lunes, 28 de julio de 2025

Valioso matutino que me arroba

¡Buenos días!

No tienen precio estos días de suave verano que últimamente, salvo algunos de ellos, estamos teniendo. Como el de hoy, con mínimas por debajo de la veintena, lo que permite dormir plácidamente, y una máxima prevista de 31ºC, que me arrobaría del todo si además soplara aire fresco, que no vendería ni al mejor postor en caso de tenerlo. Como tampoco hago con estos matutinos, de incalculable valor para mí, y que regalo, sin otra contraprestación que la que me proporciona el placer de hacerlos.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "El cuadro robado" ("Le tableau volé", 2024), de Pascal Bonitzer, y con Alex Lutz, Léa Drucker, Nora Hamzawi, Louise Chevillotte, y Arcadi Radeff. Es la primera película que veo de este veterano director francés.

Un empleado de una famosa casa de subastas recibe un día una carta en la que le comunican que en la casa de un joven obrero en una pequeña ciudad provinciana de Francia hay un cuadro de Egon Schiele, famoso pintor austriaco, uno de los máximos representantes del expresionismo. Pensando que no merece la pena el ir a verlo, pues cree que casi seguro (99%) será una obra falsa, al final acude allí y comprueba que es auténtica, una obra maestra desaparecida en 1939 tras haber sido saqueada por los nazis, y vislumbra que este descubrimiento será una gran oportunidad para su proyección profesional, lo que le lance al estrellato en ese muy elitista mundillo de las obras de arte. Con la ayuda tanto de su exesposa como de su muy particular becaria, que miente más que habla y a la que trata con desdén y suficiencia, tratará de que no se le tuerza el muy lucrativo negocio.

Muy buena película (nota: 7), basada en un suceso real, entretenida, divertida incluso por momentos, con sus personajes fríos, secos, cortantes, principalmente el cínico subastador protagonista y su becaria, que mira con cierta sorna y critica en cierto modo los entresijos, artimañas y tretas de ese mundillo subastero y de las obras de arte en general, que prioriza el precio sobre el valor de las cosas, con toda su fauna de engolados expertos en arte, tanto clientes que compran y venden, como de los profesionales del ramo, que casi miran por encima del hombro al resto de ignorantes (presuntamente) que somos. También, especie de cuento moral que ensalza a esa gente que no se deja deslumbrar por el vil metal y prima con creces otros valores, encarnada en el personaje del joven que tenía en su casa, sin saberlo, una valiosísima obra de arte.

Bueno, que ya me vale, dejo ya mis desparrames matutinos para dedicarme ahora a ofreceros estas muy válidas citas de sabiduría ajena... no seáis tímidos, llevároslas, que son gratis:

 - "Un cínico es un hombre que sabe el precio de todo y el valor de nada".  (Óscar Wilde).

 - "Todo necio confunde valor y precio".  (Antonio Machado).

 - "Acepto el fraude en el precio, pero nunca en la calidad".  (Thomas Fuller).

 - "Todos los productos tienen el mismo valor gastronómico, independientemente de su precio".  (Ferrán Adrià).

Besos y abrazos,

Don.

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