¡Buenos días!
En un otoño que se precie, y que ni se minusvalore ni deje influir por espurias vanidades y veleidades de aspirar a ser (o aparentar ser) lo que no se es, lo sustancial es que haya nubes grises, lluvias, ventoleras más o menos airosas, y algo de brillante sol de cuando en cuando. De lo primero hemos tenido bastante (de momento) desde antes de este fin de semana, de lo último es lo que tenemos hoy, reluciente sol que no se deja velar por las eventuales nubes que le arropan. La máxima prevista para hoy por los madriles será de 24ºC. Por lo demás, estos sustanciosos matutinos no necesitan de sustancia alguna para tomar conciencia de la gran importancia de que ellos sean ellos, únicos, incomparables, sean como sean... al menos así los veo yo, y así los quiero.
Este fin de semana estuve en el cine viendo "La sustancia" ("The substance", 2024), de Coralie Fargeat, y con Demi Moore, Margaret Qualley, y Dennis Quaid. Segundo largo, y primero que veo, de esta directora francesa.
Una estrella del cine, que en su juventud tuvo su momento de mayor gloria y llegó a ganar un Óscar, poco a poco fue siendo relegada y olvidada, y en su avanzada madurez es la conductora de un programa matinal de aerobic para poner en forma a los televidentes. Descubre por casualidad que la van a despedir por ser ya demasiado mayor y la sustituirán por una joven, así que decide someterse a un tratamiento con una misteriosa sustancia que le promete sacar la mejor versión de sí misma, llegando a ser más joven, más bella y perfecta de lo que jamás fue.
Muy buena película (nota: 7), con una apabullante potencia visual y sonora, extremadamente fascinante, y que induce a muy interesantes y hondas reflexiones (y no solo desde el lado femenino), esta terrorífica y brutal fábula surrealista, pesadillesca, muy gore y sangrienta, que lo era cada vez más conforme avanzaba, hasta que llegó un punto en que me pareció excesivo y demasiado incómodo de ver, motivo por el cual no me acabó de gustar tanto como debiera haberlo hecho sin tanta contundencia truculenta. Nos habla de diversos temas, como de la cosificación e hipersexualización del cuerpo femenino, del culto divino a la belleza perfecta (que no existe), de la presión social a la que se ven sometidas las mujeres por esto, del edadismo, y más. Así que no queda otra que aceptarnos tal cual somos y hacer oídos sordos a los cantos de sirena que nos pueden abocar a la autodestrucción por tratar de llegar a un ideal irrealizable que suele desembocar en insana locura (esquizo). Además, contiene múltiples referencias cinéfilas, por señalar una, la orgía de sangre al final de "Carrie" (1976), de Brian de Palma, y casi al final de "La sustancia". Por último, si os animarais a verla, os aconsejaría que os asentarais bien los redaños antes de que se levante el telón, porque hay que tenerlos (los redaños o los huevos), y bien puestos, no sea que se os vayan a desparramar durante el trance hasta que caiga el telón.
Llegó el momento de la sabiduría ajena, con estas citas que espero tengan gran sustancia, comenzando por una de la propia directora de la película hoy glosada:
- "Todo lo que nos rodea, anuncios, películas, revistas, escaparates, muestra versiones fantaseadas de nosotras mismas. Siempre guapas, delgadas, jóvenes, sexy. La versión de la mujer ideal que, supuestamente, nos traerá el amor, el éxito, la felicidad. Cuando salimos del modelo, sea por edad, peso, curvas, la sociedad no se calla y nos dice que estamos acabadas, que no quieren vernos en las pantallas, en las portadas de las revistas [...] No conozco a una sola mujer que no tenga una relación problemática con su cuerpo, que no haya vivido un trastorno alimentario en algún momento de su vida, que no haya odiado a su cuerpo y a sí misma por no dar la imagen que la sociedad le requería". (Coralie Fargeat).
- "Que nada nos limite. Que nada nos defina. Que nada nos sujete. Que la libertad sea nuestra propia sustancia". (Simone de Beauvoir).
- "El encuentro de dos personalidades es como el contacto entre dos sustancias químicas: si hay alguna reacción, ambas se transforman". (Carl Gustav Jung).
- "Todas las sustancias son venenos, ninguna hay que no lo sea. La dosis es lo que diferencia un veneno de un remedio". (Paracelso).
Besos y abrazos,
Don.
_____
No hay comentarios:
Publicar un comentario