domingo, 12 de junio de 2022

Ubicuo matutino

¡Buenos días!

Omnipresente y omnipotente me siento en estos utópicos matutinos, en todos y cada uno de ellos, los que fueron, son y serán, infinitos mundos que están en uno solo, mi desordenada mente, una desordenadamente organizada caverna, o eso intento, plena de circunvoluciones que empiezan y terminan en el mismo punto, que no sé cual es, ni tampoco importa tanto el saberlo. Por lo demás, seguimos de tórrido verano en esta primavera de calendario a la que ya queda poco, caótica confusión estacional que me tiene sudando y estornudando (por el polen), todo junto y a la vez. Sol a rabiar y 38ºC de máxima prevista por los madriles, y subiendo para próximos días, llegando incluso a sobrepasar la cuarentena.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Todo a la vez en todas partes" ("Everything everywhere all at once", 2022), de Dan Kwan y Daniel Scheinert, y con Michelle Yeoh, Stephanie Hsu, Ke Huy Quan, James Hong, y Jamie Lee Curtis. Tercer largo, y primero que veo, de esta pareja de directores conocidos como los Daniels... de similar modo que nuestros Javis, de los que también he visto una de sus películas, la única: "La llamada" (2017).

Una inmigrante china en Estados Unidos, casada y con una hija, vive sumida en su muy ajetreada vida, ausente del mundo, sin apenas poder levantar cabeza, pues debe hacer frente a la inspección de hacienda que le ha caído encima debido a su caótica gestión del negocio que tiene, su esposo quiere divorciarse y su hija se aleja cada vez más de ella ante la falta de comunicación mutua. Cuando peor parece tenerlo, una ruptura interdimensional altera la realidad y se ve atrapada en una frenética aventura entre los múltiples universos que son o podrían haber sido, mientras va adquiriendo nuevos poderes que le ayuden a salvar el multiverso del inevitable caos entrópico. Pues a relajarse y disfrutar el trance, que no queda otra.

Muy buena película (nota: 7), loca, loca, loca, muy divertida y entretenida, desmesurada, liosa de seguir por momentos, muy original, a ratos lúcida y en otros poco lucida, con alguna que otra gamberra irreverencia. Es un abigarrado cóctel total de géneros cinematográficos, donde destacan, el de ciencia ficción, el de melodrama familiar, el de artes marciales, casi que parodiando esas películas orientales (tipo Jackie Chan) de hace años con continuas payasadas en su transcurrir, pero también las de Wong Kar Wai, y muchas, muchas otras más. Podría decirse que de lo que en verdad nos habla es del sinsentido de nuestras vidas, natural consecuencia de las encrucijadas de las que vamos saliendo, que nos ahogamos en preocupaciones pretendidamente importantes, cuando en realidad nada, o muy poco importa, si acaso conectar con el universo de al lado (la persona que tenemos a nuestra vera), y que el verdadero superhéroe es el que vive lo mejor que puede (y le dejan) su rutinario día a día, disfrutando de los placeres, normalmente efímeros y escasos, cuando se dan. No nos queda otra mientras no seamos engullidos por un agujero negro, lo que puede ser mañana mismo o tras interminables eones y todo vuelva a comenzar, quizá de otro modo.

Pues las que siempre están por aquí, acompañándonos en nuestro devenir matutino, son las citas de sabiduría ajena, que no serán todas y a la vez, sino unas pocas, no vayamos a colapsar masivamente cual supernova nuestras enrevesadas entendederas:

 - "Así es el hombre, ese gran y verdadero anfibio cuya naturaleza puede vivir en mundos heterogéneos y separados".  (Thomas Browne).

 - "El hecho de que la vida no tenga ningún sentido es una razón para vivir, la única en realidad".  (Emil Cioran).

 - "No es hasta que nos damos cuenta de que significamos algo para los demás que no sentimos que hay un objetivo o propósito en nuestra existencia".  (Stefan Zweig).

 - "Si sientes que todo perdió su sentido, siempre habrá un «te quiero», siempre habrá un amigo".  (Ralph Waldo Emerson).

Besos y abrazos,

Don.

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