No
me refiero a su candidez, aunque algún ramalazo tienen, lo que no es ni bueno
ni malo, sino lógicamente a que siempre aspiran a ganarse mi atención, cosa que
siempre logran sin el más mínimo despliegue propagandístico, no tanto porque
les vote cada mañana con fiel puntualidad, sino porque les bote de contento por
el mero hecho de estar por aquí, ganándose con ello mi admiración. Y en estos
terminales días del invierno de calendario, la primavera más calurosa, con los
desorbitados 26ºC de soleada máxima prevista para hoy por los madriles, parece
haberse sentado en la poltrona y tomado el bastón de mando.
Ayer
por la tarde estuve en el cine viendo "La candidata perfecta",
de Haifaa Al Mansour, y con Mila Al Zahrani, Khalid Abdulraheem, Dhay, Nourah
Al Awad, Tareq Ahmed Al Khaldi, Shafi Al Harthy. Cuarto largo de esta directora
saudí, de quien había visto sus dos primeros: "Mary Shelley" (2017) y "La bicicleta verde" ("Wadjda", 2012).
Una
joven médica de gran cualificación, que trabaja en el centro de salud de su
ciudad, donde es minusvalorada por sus pacientes y compañeros masculinos,
quiere acudir a una conferencia en Dubái donde además seleccionan candidatos
para un nuevo hospital que se construirá en la capital saudí. Pero por
problemas burocráticos (su permiso parental le ha caducado) pierde el vuelo y
no puede asistir, pero de rebote y sin querer se inscribe como candidata a la
alcaldía de su pequeña ciudad pues lleva tiempo insistiendo a las autoridades
locales en que se asfalte el acceso a la clínica en que trabaja. Esta
candidatura causa un gran revuelo en su comunidad, pues jamás hasta entonces
una mujer había osado presentarse para dirigir un ayuntamiento.
Interesante
película (nota: 5), de loables intenciones, amable, nada
combativa, que salvo momentos en que sí me atrapó, en general me pareció algo
simplona, aunque la vi sin desagrado. Nos muestra la realidad de las mujeres en
Arabia Saudí, país de feudal régimen político, que poco a poco van cambiando su
oprimida realidad social en la que necesitan del tutelaje de cualquier varón
allegado (padre, hermano, marido) para poder realizar cualquier tarea en
sociedad. Las medievales autoridades gubernamentales han empezado a conceder
desde hace poco testimoniales avances, más de cara a la galería que otra cosa.
Lo que destila este cuento es que la firme aunque suave constancia logra
producir cambios sociales, por nimios que parezcan a primera vista, pues paso a
paso se va haciendo camino.
Ahora
llega la sección de sabiduría ajena, con estas dos citas que he elegido de
entre las varias otras opciones de que disponía, y que espero nos ayuden a
tender hacia la perfección:
- "El político piensa en la próxima
elección; el estadista, en la próxima generación". (Otto von Bismarck).
- "Solamente aquellos que tengan la
paciencia de hacer a la perfección lo trivial, podrán adquirir el hábito de
ejecutar lo difícil con facilidad".
(Friedrich von Schiller).
Besos
y abrazos,
Don.
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