jueves, 4 de julio de 2013

Matutinos que no cesan de pedalear

¡Buenos días!

Como es natural, que si quieren no anquilosarse y seguir en la brecha tienen que seguir haciéndolo hasta el final, so pena de caer, que todo fluye y debe fluir, a un ritmo o a otro, al de cada uno, pero seguir adelante. Como este mismo verano hace también, avanzar impulsado por su propia inercia a días cada vez más calurosos y sofocantes (máximas ya pasando de los 35ºC), como si fuera directo a lo más profundo del tórrido desierto, pero es lo natural, que ya vendrán las tormentas a refrescar algo, si ellas quieren, a poco que nos vayamos acercando a los demasiado febriles, cuando no delirantes de sesos hervidos, 40ºC.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "La bicicleta verde" ("Wadjda"), de Haifaa Al Mansour, y con Waad Mohammed, Reem Abdullah, Ahd, Sultan Al Assaf, y Abdullrahman Al Gohani. No sólo es el primer largo de esta directora sino que es el primero dirigido por una mujer en Arabia Saudí, y no sé si el primero en general en todo el país, ya que allí no hay ni salas de cine.

Wadjda es una niña de diez años que vive en el extrarradio de la capital, rebelde y contestataria desde su inocencia, que siempre está al borde de lo permitido y prohibido por la asfixiante sociedad saudí, como casi todo niño y adolescente alrededor del mundo. Tras una discusión con su amigo y vecino, se empeña en que quiere una bicicleta para ganarle echando una carrera, y sus padres se lo niegan, por lo que empieza a ahorrar por su cuenta. Pero en esa opresiva sociedad en la que la religión todo lo domina y oprime a las mujeres hasta el extremo de que prácticamente viven secuestradas en sus propias casas, por miedo a pecar por todo. Perfecto reino para la hipocresía moral. Por ejemplo no les está permitido (ni a las niñas) montar en bici, o conducir, pues suponen un peligro para la integridad femenina (???!!!) ... y otras absurdeces propias de cualquier teocracia, siempre tiránicas.

Una muy buena película, de esas necesarias, de serena denuncia de ciertas situaciones, para mejor conocer el percal. Al principio esta simple historia me pareció algo naif, pero en la media hora final fue ganando en intensidad y me encantó el camino que tomaba hacia el espléndidamente resuelto desenlace final, que me emocionó. Historia de mujeres, aunque también de hombres, presionados por la propia sociedad que les cobija a comportarse de determinada forma, sin hacerse preguntas sobre lo absurdo de tales actos, y de como, con pequeñas acciones individuales podrían empezar a cambiarse la cosas. Por esto de la situación femenina en el islam, me recordó en algo a otra muy buena película, "Buda explotó por vergüenza" ("Buda az sharm foru rikht" - "Buddha collapsed out of shame", 2007), de Hana Makhmalbaf.

Pues pedaleando, pedaleando, hemos llegado a la sección de sabiduría ajena:

- "Nada es comparable al sencillo placer de montar en bicicleta".  (John F. Kennedy).

- "La vida es como la bicicleta, hay que pedalear hacia adelante para no perder el equilibrio".  (Albert Einstein).

 - "La vida es como una bicicleta de diez velocidades. Hay algunas que la mayoría nunca usamos".  (Charles M. Schulz).

- "El día en que la mujer se suba a la bicicleta, el hombre la va a seguir".  (David Byrne).

Besos y abrazos,

Don.
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