Otro
matutino más al que me aferro amorosamente para sentir su cálida suavidad y
suave calor, sin la más mínima sensación de que invada mi intimidad, y
viceversa. Así, agarraditos, casi lo que me invade es un dulce sopor, que me
invita a la hibernación... algo tarde, que el invierno, al menos el de
calendario, tiene sus días contados. De momento, hoy, parece amagar con su
regreso, en esta no demasiado fría mañana, muy ventosa, lo que la hace algo
desapacible, como el día de ayer, y tirando a gris, con tendencia a ir
despejando. La máxima prevista es de 11ºC.
Ayer
por la tarde estuve en el cine viendo una de animación, animación clásica. Se
trató de "La famosa invasión de los osos en Sicilia"
("La fameuse invasion des ours en Sicile"), de Lorenzo Mattotti. Es
el primer largo, de producción francesa, de este director italiano, también
autor de novelas gráficas, que está basado en un cuento infantil homónimo de
1945, "La famosa invasione degli orsi in Sicilia" de Dino Buzzati.
Un
cuentacuentos y su pequeña ayudante cruzan las montañas de Sicilia para llegar
a la siguiente ciudad en la que actuarán. Atravesando una cueva se topan con un
enorme oso y para calmarle deciden contarle la historia de los osos que
invadieron la isla. Todo comienza con dos osos, padre e hijo, jugando en un río
mientras el primero enseña al otro a pescar salmones. En un despiste del padre,
a la sazón rey de los osos, la corriente se lleva al hijo, que es capturado por
unos cazadores humanos que lo llevan a la ciudad del valle, donde lo venden a
un circo. El padre se sume en la desolación por su desaparición y su clan se
muere de hambre ante la falta de guía. Cuando sale de su melancolía, decide ir
a buscar a su hijo, y baja con toda su tribu osuna de las montañas al valle,
pero los hombres se lo impiden. Los osos vencen la guerra, invaden la isla, el
rey se reencuentra con su hijo, y también se convierte en rey de los humanos.
Pero la vida en la ciudad no es para los osos, y estos van degenerando su
naturaleza.
Película
interesante (nota: 5), aunque no me llegó del todo el mensaje que
pretendía transmitir, no capté buena parte de sus simbolismos. Dibujo simple
pero de gran belleza plástica (especialmente los de los osos y los fondos). Muy
original me pareció su modo de narrar. Parece una fábula pacifista (está
escrita en 1945, final de la II Guerra Mundial), pero también tiene otras
lecturas, contra las tiranías, el choque de culturas, la colonización, y a
favor de la convivencia entre distintos y que cada cual preserve su
autenticidad en buena armonía. También tiene deje ecologista, sobre la relación
del hombre con la naturaleza.
Ahora
un par de citas de sabiduría ajena, que espero desarmen nuestro
desconocimiento:
- "Cuando nos invade la pena, un día dura
tanto como tres otoños". (Lê Thanh
Tông).
- "El derecho irrenunciable a no ser
oprimido, perseguido ni torturado por la imposición de algunos o por la
invasión extranjera, constituye y representa un derecho sagrado e
imprescindible en los corazones de todos los hombres". (Giuseppe Mazzini).
Besos
y abrazos,
Don.
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