Aunque
creo que más que sacar a la luz, desenterrar, recordar algo muerto, lo que hago
con estos matutinos es darlos a luz, parirlos, darles la vida. Una mejor perspectiva
esta para casi la misma idea, al menos en apariencia. Por lo demás, otro
soleado y tibio día (17ºC de máxima prevista) que nos regala este invierno,
cual dulces mimos maternos, tan buenos que ya casi ni recuerdo cuando hacía
frío de verdad por estos lares.
Ayer
por la tarde estuve en el cine viendo "Nuestras madres",
de César Díaz, y con Armando Espitia, Emma Dib, y Aurelia Caal. Es el primer
largo de ficción de este director guatemalteco, premiado en Cannes como mejor
ópera prima, pues anteriormente había dirigido dos documentales.
Guatemala,
año 2018. El país está inmerso en los juicios a los militares responsables de
las indiscriminadas masacres (200 mil muertos y 40 mil desaparecidos),
principalmente de indígenas, habidas durante las dictaduras militares de las
décadas de los 70 y 80. Un antropólogo forense que trabaja identificando
cadáveres de las múltiples fosas comunes de la época, mientras investiga uno de
los casos, cuando toma declaración a una anciana indígena, descubre una pista
que podría llevarle al lugar de enterramiento de su padre, guerrillero
desaparecido durante aquel período. Contra los deseos de su madre, que quiere
olvidar, aunque pendiente ella de declarar como víctima testigo en uno de los
juicios, se pondrá a investigar a escondidas y por sus propios medios que pudo
haber pasado entonces.
Película
flojita (nota: 4), de loables intenciones, a ratos interesante,
en otros me aburrió, con breves ramalazos de buen cine, como la galería facial
de mujeres indígenas, silenciosas, dignas, con el pasado calvario por dentro
(ellas violadas, sus maridos e hijos asesinados). Lo mejor, los testimonios de
las mujeres, auténticos. Con algunos actores profesionales y, en su mayoría,
con auténticas víctimas cual actores no profesionales, se denuncia el silencio
histórico habido, y va de memoria, de hacer justicia, con ciertas similitudes
con nuestra guerra civil española.
Ahora,
ahí os dejo, perfectamente compuestas, un par de citas de sabiduría ajena de
entre las que he ido desenterrando de mi memoria o rebuscado por ahí:
- "Los hombres guerrean para adquirir un
pedazo de tierra donde ser prematuramente enterrados". (Santiago Ramón y Cajal).
- "Los hijos son las anclas que atan a la
vida a las madres". (Sófocles).
Besos
y abrazos,
Don.
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