miércoles, 12 de febrero de 2020

Luego me queda algo más que este matutino

¡Buenos días!

Pues sí, tras salir de aquí y en la medida de mis posibilidades, el disfrutar de todo lo maravilloso que me rodea, a mi libre albedrío, haciendo de mi capa un sayo, sin bailarle el agua a nadie, y que cada cual haga lo propio como mejor sepa y pueda. Lo mismo que hace este clima invernal nada invernal, con tibieza, algo amanerado, a las maneras primaverales, que nos baila según le parece, ayer con nieblas y gris nubosidad, hoy con algunas neblinas y sol que asoma diciendo aquí estoy yo, elevando estilosamente las temperaturas máximas hasta los 15ºC.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Solo nos queda bailar" ("Da cven vicekvet"), de Levan Akin, y con Levan Gelbakhiani, Bachi Valishvili, y Ana Javakishvili. Es el primer largo que veo de este director sueco de orígenes georgianos.

Un joven lleva desde niño en la Compañía Nacional de Danza de Georgia junto a otra joven que es su pareja de baile, mejor amiga y, podría decirse que, novia. Se le presenta la oportunidad de acceder al elenco principal de la compañía por la baja de uno de sus bailarines. Al poco llega otro bailarín al que ve como una amenaza y su rival más poderoso al puesto, pero el caso es que también siente una gran atracción por él.

Buena película (nota: 6), que a ratos me interesó y en otros no me agradó especialmente, sobre el despertar sexual de un joven que descubre su homosexualidad en medio de una sociedad muy conservadora, represora e intolerante con lo diferente (en lo sexual, en lo étnico-religioso, etc.) uno de cuyos baluartes es su danza tradicional, que rezuma masculinidad (ellos) y sumisa seducción (ellas). Aunque la danza no es santo de mi devoción, alguna escena de baile sí que me gustó, pero especialmente otra de canto polifónico tradicional georgiano, que me pareció sublime. El protagonista utiliza la viril danza tradicional, con sus rígidos códigos, metáfora de toda una sociedad anquilosada, para liberarse y expresar su ser diferente, modificándola para escándalo de puristas, aunque sin perder la esencia y llegando a cotas impensables para los cerriles.

Bueno, antes de cerrar el telón solo nos queda la sabiduría ajena:

 - "La juventud no debe solo asimilar los frutos de la cultura de sus padres, sino que debe elevar la cultura a nuevas cimas, a las que no llegan las gentes de las anteriores generaciones".  (Konstantin Stanislavski).

 - "Sé mal lo que es la libertad, pero sé bien lo que es la liberación".  (André Malraux).

 - "La vida no consiste en esperar a que pasen las tormentas, sino en aprender a bailar bajo la lluvia".  (Anónimo).

Besos y abrazos,

Don.
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