martes, 25 de febrero de 2020

Monomatutino sin mono muy mono

¡Buenos días!

Sí, este será el único que me tome hoy, uno como máximo al día, si no quiero engancharme y luego, cuando quiera soltarlo, tener que pasar el insufrible síndrome de abstinencia. Así que, sin otra oportunidad más en esta jornada, espero que a la primera me quede lo más bonito posible. Por tanto, disfrutaré del primer mono, esquivaré al segundo, y me esmeraré por conseguir el tercero. En cuanto a la meteorología, cierta monotonía, que ya llevamos unos cuantos días seguidos remedando la primavera por venir, hoy con otra soleada jornada, con alguna nube intentando velarlo y tratando de romper la calma chicha cabalgando sobre la creciente brisa, y 16ºC de máxima prevista por los madriles.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Monos", de Alejandro Landes, y con unos cuantos desconocidos (para mí) actores no profesionales. Es el tercer largo, y primero que veo, de este director colombiano.

En la cima de una montaña, un grupo de chicos y chicas, apodados Los Monos, adolescentes o poco más, alejados de todo y de todos, se encargan de custodiar a una doctora estadounidense, a la que un grupo guerrillero, del que forman parte, ha tomado como rehén. De cuando en cuando se pasa por allí un sargento para darles instrucciones e instrucción. Cuando su misión empiece a verse amenazada, la buena convivencia y camaradería entre ellos comenzará a tambalearse, todo agravado por sus desenfrenadas noches de borrachera y consumo de hongos alucinógenos.

Una buena película (nota: 6), con sus más y sus menos que, por lo que a mí respecta, fue de menos a más. Acento dificultoso de entender por un mesetario como yo, poderío visual el de sus imágenes, y extraña banda sonora. Especie de fábula que incomoda, entre real, irreal, surreal, alucinada, con ramalazos y fogonazos de atmósfera delirante, que desciende del aparentemente bello paraíso por encima de las nubes al sofocante infierno que nos turba, que reflexiona sobre la violencia en la guerra (civil en este caso) y su sinrazón, y los abducidos y alienados niños soldado, patos que pagan con su inocencia robada a punta de machete o fusil.

Ahora algo de sabiduría ajena que, aunque al final de cada matutino, no la considero el último mono:

 - "Los monos son demasiado buenos para que el hombre pueda descender de ellos".  (Friedrich Nietzsche).

 - "Todos se ríen del mono, y él de todos".  (Refrán).

Besos y abrazos,

Don.
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