martes, 2 de febrero de 2016

Matutinos que claman al cielo

¡Buenos días!

Mismamente en el anterior ya lo hacía, manifestando indignación por lo que ayer tocaba decir. Hoy, tal vez, por otras cosas, lo vuelva a hacer. Desde luego, y como siempre, llamo a las puertas de estos, para mí, celestiales matutinos, y entro. El que no parece entrar es el genuino invierno, que seguimos de primavera adelantada, con máxima prevista para hoy, otra vez, de 15ºC. Ni grita ni ruge ni nada este descafeinadísimo invierno, como atontado con sedantes que no se sabe muy bien por donde se anda.

Este fin de semana estuve en el teatro viendo "El grito en el cielo", escrita por Eusebio Calonge, dirigida por Paco de la Zaranda, e interpretada por Celia Bermejo, Iosune Onraita, Gaspar Campuzano, Enrique Bustos, y Francisco Sánchez.

En un geriátrico que se vanagloria de suministrar el mejor trato posible a los ancianos allí alojados (más bien depositados), que ocupan su tiempo con rutinarias terapias de rehabilitación, atontados por la sedación paliativa y que ven pasar anodinamente su vida hasta su más o menos cercana muerte, cuatro de ellos, al cargo de una celosa y circunspecta enfermera, sueñan con huir de su segura muerte tratando de escapar de esa cárcel.

Una estupenda obra de teatro (nota: 8), de maneras muy distintas, de inclasificable y genuino estilo, con una originalísima escenografía minimalista que todo lo sugiere (casi el único objeto usado son unos muy versátiles carros de lavandería de hospital). A través de los ensueños de búsqueda de libertad de este grupo de viejetes, despojo de ancianos despojados de su humanidad en ese enfermizo entorno, se reflexiona con negra acidez y algo de humor sobre el mundo en que vivimos, su cada vez mayor deshumanización.

Ahora algo de sabiduría ajena, que quizá calme algunos de nuestros clamores:

 - "¿Cuál puede ser una vida que comienza entre los gritos de las madres que la dan y los lloros del hijo que la recibe?".  (Baltasar Gracián).

 - "Cuando el enfermo clama, el médico gana".  (Refrán).

 - "Estamos hechos de la misma materia que los sueños y nuestra pequeña vida termina durmiendo".  (William Shakespeare).

Besos y abrazos,

Don.
_____

No hay comentarios: