¡Buenos
días!
No
creo que este matutino sea más excesivo que el resto, pero desde luego es tan
digno de confianza como cualquier otro. Bienestar que siempre me ofrecen aunque
no lo demande, gratis, sin contraprestación pecuniaria, como debe ser con estos
bienes inmateriales. Por lo demás, parece que se va acercando el invierno de
verdad, no hiperbólico desde luego, con lluvias previstas para hoy, con máxima
de 7ºC, y posibles nevadas para mañana por los madriles, poco probables en la
gran ciudad, más cuanto más nos acerquemos a la sierra.
Ayer
por la tarde estuve en el cine viendo "La ley del mercado"
("La loi du marché"), de Stéphane Brizé, y con Vincent Lindon. De
este director francés había visto dos de sus anteriores films, los deliciosos y
recomendabilísimos "No estoy hecho para ser amado" ("Je ne suis pas
là pour être aimé", 2005), y "Mademoiselle Chambon" (2009), este último toda una
joyita cinéfila para mí.
Tras
casi dos años en el paro pues se deslocalizó la empresa en la
que llevaba 25 años trabajando, un cincuentón, casado y con un hijo
discapacitado por parálisis cerebral que quiere ir a la universidad, sigue
buscando empleo a diario a pesar de las continuas decepciones y frustraciones,
pues la situación económica familiar ya roza lo desesperado y está obligado a
aceptar lo que sea. Al final consigue empleo como guarda de seguridad en un
hipermercado vigilando que no roben ni los clientes ni los empleados. Dado que
los patronos buscan la menor excusa para despedir a algunos de sus compañeros
para reducir plantilla y así aumentar beneficios, se le planteará el dilema
moral de si es aceptable trabajar en tales condiciones laborales.
Una
buena película (nota: 6) este drama social de aires neorrealistas,
hiperrealistas diría yo, tanto que casi parece un documental (de hecho, salvo
el principal, el resto de actores no son profesionales) sobre las consecuencias
de esta crisis económica sobre la gente de a pie que pierde su trabajo para que
otros acumulen más beneficios aún si cabe, de perezosas políticas de empleo, de
empleos basura y precarios, de los poco morales procedimientos de ciertas
empresas, de un sistema injusto y cruel, todo contado a través de este hombre
corriente y moliente, y molido por su muy precaria situación, que intenta
salvaguardar su dignidad en un sistema (de valores) bastante perverso... pero
esto es lo que hay... o eso parece.
Ahora
algo de sabiduría ajena si queremos que este matutino también sea con todas las
de la ley:
- "La ley del embudo, para mí lo ancho,
para ti lo agudo". (Refrán).
- "Lleva tu cruz cantando y no
suspirando. En todo mercado vale más una sonrisa que mil lamentos". (Charles Lamb).
- "Hoy, cuando afloran los nombres de los
corruptos o defraudadores y se sabe más, a la gente no le importa nada y sólo
van a la cárcel los ladrones albaneses de pollos". (Umberto Eco).
- "Una cosa no es justa por el hecho de
ser ley. Debe ser ley porque es justa".
(Montesquieu).
Besos
y abrazos,
Don.
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