lunes, 1 de febrero de 2016

Matutino enfoque

¡Buenos días!

En esta radiantemente soleada mañana de suavísimo invierno no hay forma de escapar del escrutador punto de mira del divino sol que todo lo ilumina por doquier. Máxima prevista para hoy en los madriles de 15ºC, con unas deliciosas sensaciones térmicas, ya más primaverales que invernales, y no sólo por mi parte, incluso en mis partes, que fauna y flora parecen estar en la misma onda que yo (he visto árboles florecer a destiempo).

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Spotlight", de Tom McCarthy, y con Mark Ruffalo, Michael Keaton, Rachel McAdams, Liev Schreiber, John Slattery, Stanley Tucci, y Billy Crudup. Es el quinto largo de este sobresaliente director, que también es guionista y actor, de quien había visto sus tres primeros films, excelentísimas y recomendabilísimas películas: "Win win, ganamos todos" ("Win win", 2011), la sublime y exquisita "The visitor" (2008), y "Vías cruzadas" ("The station agent", 2003). No he visto su cuarta y anterior, "Con la magia en los zapatos" ("The cobbler", 2014).

Durante más de un año, un equipo de periodistas de investigación del diario "Boston Globe", conocido como "Spotlight", estuvo investigando los abusos a menores por parte de ciertos curas católicos de la zona, y en 2002 sacaron a la luz su informe, que conmocionó a la ciudad y al resto del mundo porque los implicados en tan escabrosos hechos eran muchos más de los imaginados y además las instituciones eclesiásticas y sus jerarcas ocultaron sistemáticamente los hechos desde siempre, encubriendo a los delincuentes para que eludiesen la justicia.

Otra espléndida película (nota: 8) de este magistral director, un thriller sobre aquellas rigurosísimas pesquisas periodísticas, narrado de un modo impecable (que ni Dios condenaría), contundente pero sin sensacionalismos, exponiendo concisamente los hechos, con mucho ritmo. De esas que enganchan de principio a fin. No va de religión, ni de curas, ni de iglesia, sino de periodismo bien hecho y ética profesional, de actores (en el sentido jurídico) y de ocultos (bajo la alfombra) delincuentes, y de encubridores, investigados por unos concienciados, concienzudos y autocríticos reporteros (mucho debería aprender la Iglesia de ellos) luchando a contracorriente de la mayoría que miraba para otro lado ante tales aberraciones.

Hace pocos meses vi otro film sobre el tema, de enfoque totalmente distinto, pero igual de estupendo, "El club" de Pablo Larraín. Tema que me jode (a mí, y por detrás), pues son delitos cometidos por supuestos "santos", encubiertos por una institución que debería hacer tal limpieza (y no sólo en estos temas) que al principio sus abiertas cloacas olerían tan mal que a su lado mis queridos pedos serían aroma floral. Y pronto, si no quieren perder más "clientela", como yo mismo en su día, que ya en mi preadolescencia busqué otros mercados, pues aunque no abusaron de mí físicamente, sí que lo hicieron intelectualmente, queriéndome hacer comulgar con ruedas de molino con nefasta pedagogía.

Ahora algo de sabiduría ajena, que seguro nos ayuda a dar luz y enfocar los problemas desde otro punto de vista:

 - "Bienaventurado el que, dejando aparte su gusto e inclinación, mira las cosas en razón y justicia para hacerlas".  (San Juan de la Cruz).

 - "La virtud no teme a la luz, antes desea venir siempre a ella; por es hija de ella, y criada para resplandecer y ser vista".  (Fray Luis de León).

 - "Largo y arduo es el camino que conduce del infierno a la luz".  (John Milton).

 - "El tiempo saca a luz todo lo que está oculto, y encubre y esconde lo que ahora brilla con el más grande esplendor".  (Horacio).

Besos y abrazos,

Don.
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