¡Buenos días!
Hoy hace todavía algo más de
frío, no tanto como para cortarnos la respiración, pero las sensaciones
térmicas son más bajas que lo que dice el descenso de unos tres o cuatro grados
de termómetro con respecto a ayer, debido a que también aumentó el viento. De
todas formas, luce un sol radiante que nos alienta a disfrutar de lo que nos
rodea, haga frío o calor, y a seguir tirando hacia adelante.
Ayer por la tarde estuve en
el cine viendo "Respira" ("Ein atem"),
de Christian Zübert, y con Jördis Triebel y Chara Mata Giannatou. Es el primer
largo que veo de este director alemán.
Una joven griega,
cualificada profesionalmente pero con muy pocas perspectivas de buen futuro
laboral, decide irse a trabajar a Alemania, dejando allí a su novio, que se
niega a salir de su país. Tras algunas vicisitudes, y descubrir que está
embarazada de tres meses, es contratada por una pareja para cuidar de su niña
de algo menos de dos años, pues la madre quiere reemprender su trabajo como
estresada ejecutiva de una empresa. Sin experiencia en el cuidado de niños, y
por el choque de caracteres de ambas, la niñera pasará unos primeros días muy
difíciles, hasta que un día ocurre un grave incidente que hará que la vida de
las dos mujeres cambie radicalmente.
Una excelente película (nota:
8) que os recomiendo si no os importa la crudeza de esta tensa y
angustiosa historia, especie de tragedia griega clásica, tremenda por algunos
momentos, también drama con maneras de thriller a partir de su mitad, cuando el
punto de vista de la madre alemana, que está contada desde dos perspectivas
sobre los mismos hechos (la primera parte es la visión de la niñera griega),
aunque la segunda vaya más allá del incidente.
Historia de dos mujeres y
sus emociones, con diferentes modos de concebir el mundo que les rodea, con
muchas dificultades para entenderse, y con trasfondo de realismo social, que
también podría verse como metáfora de esta nuestra Europa y sus desigualdades
socioeconómicas norte-sur (ricos-pobres). Historia sobre culpas, pero donde no
hay culpables, pues ninguna de ellas hace nada mal adrede (no se las juzga en
el film), y también sobre el perdón, aunque no haya mucho que perdonar, salvo
para intentar calmar la propia conciencia, pues las cosas son como son. Por
ciertos detalles me recordó bastante a la portentosa "Nader y Simin: una separación" ("Jodaeiye Nader
az Simin", 2011) de Asghar Farhadi.
Ahora algo de sabiduría
ajena, hálito de nuestras neuronas:
- "Las palabras de aliento después de la
censura son como el sol tras el aguacero".
(Goethe).
- "Ser, y nada más. Con eso basta.
Respirar: basta. ¡Alegría, alegría por doquier...!". (Walt Whitman).
- "El poseer no existe, existe solamente
el ser: ese ser que aspira hasta el último aliento, hasta la
asfixia". (Franz Kafka).
- "Para qué sirve el arrepentimiento, si
eso no borra nada de lo que ha pasado. El arrepentimiento mejor es,
sencillamente, cambiar". (José
Saramago).
Besos y abrazos,
Don.
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