¡Buenos días!
Otra mañana más en la que
los matutinos retoman fuerzas y energías, con renovado vigor, para enfrentarse
a lo que esté por venir en esta nueva jornada, siempre mirando adelante. Mañana
de suave invierno, al que este año parecen faltarle los bríos de anteriores
temporadas, pero ya resucitará si le place, este año, o ya el siguiente, que
casi más se barrunta el nuevo reverdecer primaveral.
Este fin de semana estuve en
el cine viendo "El renacido" ("The
revenant"), de Alejandro González Iñárritu, y con Leonardo DiCaprio, Tom
Hardy, Domhnall Gleeson, Will Poulter, y Forrest Goodluck. Sexto largo de este
magistral director mexicano, de quien ya había visto sus cinco anteriores:
"Amores perros" (2000), "21 gramos" ("21 grams", 2003), "Babel" (2006), "Biutiful" (2010), y "Birdman o (la inesperada virtud de la ignorancia)"
("Birdman or (the unexpected virtue of the ignorance), 2014"); muy
sobresalientes los tres primeros, decepcionándome su cuarto, y volviéndome a
entusiasmar con su más que sobresaliente quinto, cumpliendo con el taurino
dicho, ese de que no hay quinto malo.
Año 1823. Más allá de la
civilizada frontera de la Norteamérica de entonces, hollando salvajes y
vírgenes territorios, un grupo de tramperos y cazadores se afana en conseguir
la mayor cantidad de pieles posible. Con ellos se encuentra un avezado
explorador y su hijo mestizo. Huyendo de una razia de los indios, es atacado
por un oso y abandonado a su suerte por uno de los tramperos de su equipo,
quien además asesina a su hijo. Totalmente solo, tremendamente malherido y al
mismo borde de la muerte, se resiste a morir y, ayudado por su férrea voluntad,
ya no quiere otra cosa que implacable venganza contra quien le traicionó.
Una buena película (nota:
6) que aunque me tuvo bastante interesado en la larga y extenuante
peripecia del protagonista (desde el punto de vista de la lúdica aventura), y
es formalmente impecable (fotografía y demás), apenas cubrió mis grandes expectativas
sobre ella, le faltó emoción y me dejó relativamente frío, no me interesó mucho
la historia narrada que, por cierto, está basada en un caso real. Crudísima
odisea, entre la realidad y las ensoñaciones febriles, de este pionero,
inasequible al desaliento, cuyo único objetivo, una vez perdido lo demás, es la
imperiosa venganza, siempre vacua, hostigado por un entorno salvaje y hostil,
que le despoja de sus últimos hálitos de civilizada urbanidad para poder hacer
lo que sea para tratar de sobrevivir al filo de la muerte.
Ahora algo de sabiduría
ajena, renovado alimento para nuestras entendederas:
- "La vida es un constante proceso, una
continua transformación en el tiempo, un nacer, morir y renacer". (Hermann Keyserling).
- "En esta vida hay que morir varias
veces para después renacer. Y las crisis, aunque atemorizan, nos sirven para
cancelar una época e inaugurar otra". (Eugenio Trías).
- "La vida no es sino una continua
sucesión de oportunidades para sobrevivir". (Gabriel García Márquez).
- "La Naturaleza nos es hostil porque no
la conocemos: sus crueldades representan la venganza contra nuestra
indiferencia". (Santiago Ramón y
Cajal).
- "Una persona que quiere venganza guarda
sus heridas abiertas". (Sir Francis
Bacon).
- "Vengándose, uno se iguala a su
enemigo; perdonándolo, se muestra superior a él". (Sir Francis Bacon).
Besos y abrazos,
Don.
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