¡Buenos días!
Tan fundamental como todos
los demás, en los que me aplico con esfuerzo, la mar de gratificante y
divertido, a la tarea de crearlos, en la segura certeza que cada uno de ellos
jugará un papel esencial en mi futuro, que ya lo hace en mi presente, y por
supuesto lo hizo en mi pasado. Pues a pesar del leve refrescamiento de hoy, con
aumento del viento que incrementa algo la desazón térmica, el invierno no acaba
de decidirse a instalarse por estos lares... ¡ya me diréis cómo lo va a hacer
con máximas de 13ºC, la prevista para hoy en los madriles!
Ayer por la tarde estuve en
el cine viendo "El gran día" ("Le grand
jour"), de Pascal Plisson, y con... cuatro chavales, y sus familias, que
es un documental. Es el primer film que veo de este director francés,
básicamente documentalista.
Se nos muestra, en el
momento que las cosas suceden, sin reconstrucciones docudramáticas, o eso me
pareció, los anhelos de estos cuatro adolescentes o preadolescentes que quieren
realizar su sueño y se enfrentan a la prueba decisiva que marcará su futuro (o
no) y el de sus familias, extremadamente humildes. En Cuba un chico de 11 años
sueña con ser boxeador y debe ganar un combate para acceder a un centro de alto
rendimiento para deportistas. En Mongolia una niña de 11 años quiere ser
contorsionista y debe pasar la audición de un prestigioso circo, que la formará
si la supera. En Uganda un joven de 19 años se prepara para ser guardabosques en
un parque nacional y tiene que superar una oposición. En India, una adolescente
de 16 años quiere estudiar ingeniería y debe superar un exigente examen
matemático que le dé acceso a una beca para estudiar lo que desea.
Una película que no me dijo
gran cosa (nota: 5) aunque meritoria en sus buenas
intenciones, y de bella fotografía, pero que en algunos momentos no me gustó
(las historias de Cuba y Mongolia). Sin embargo, al final consiguió emocionarme
algo, especialmente por una de las historias (la de India). Historias de
familias desfavorecidas que han tenido que hacer grandes sacrificios para que
sus hijos puedan luchar por su futuro a través de la educación, quienes con su
esfuerzo y perseverancia tratan de mejorar su situación, siempre apoyados por sus
familias, en los éxitos y en los fracasos.
Ahora algo de sabiduría
ajena, fundamental en estos matutinos:
- "Lo decisivo para traer paz al mundo es
vuestra conducta diaria". (Jiddu
Krishnamurti).
- "Haz lo necesario para lograr tu más
ardiente deseo, y acabarás lográndolo".
(Ludwig van Beethoven).
- "La vida no es fácil, para ninguno de
nosotros. Pero... ¡qué importa! Hay que perseverar y, sobre todo, tener
confianza en uno mismo". (Marie
Curie).
Besos y abrazos,
Don.
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