¡Buenos días!
Estos matutinos con los que
no sólo mato el tiempo, tan generosos conmigo que todo me lo dan sin pedir nada
a cambio, me matan... al estilo cantarín de "killing me softly" de
Roberta Flack, que hace pocos días también evocaba, mucho más si siguen de
dulce estos días de otoño a la vera del Mediterráneo, como así continúa
sucediendo, con máxima prevista para hoy de 17ºC y tibio y agradabilísimo sol
de mediodía, de esos que quitan el aliento y al poco te matan de dulce si
continúas sin respirar por no perturbarlos.
Ayer estuve en el cine
viendo "The assassin (La asesina)" ("Nie
yin niang"), de Hou Hsiao Hsien, y con Shu Qi (tan hermosísima como
siempre) y Chang Chen. De este director taiwanés cuyas películas son bastante
infumables para mí, salvo una, la de 2005, había visto hasta ahora tres de sus
anteriores films: "El vuelo del globo rojo" ("Le voyage du balon
rouge", 2007), "Tiempos de amor, juventud y libertad (Three times)"
("Zui hao de shi guang", 2005), y "Millennium Mambo" ("Qian xi man po", 2001).
En la China del siglo IX una
joven asesina, adiestrada desde la infancia por una monja en las artes
marciales, de las que es absoluta maestra, regresa a su tierra tras años de
exilio después de haber fracasado en su anterior misión liquidatoria, con la
orden de matar a su antiguo prometido, noble señor ahora rival del emperador,
para quien trabaja. Deberá elegir entre acabar con la vida de su amado, casado
con otra mujer, o romper con la orden de sicarios a la que pertenece.
Otro vano ejercicio
esteticista (nota: 2) de este director, mucha forma y nulo
fondo, de esos que se desinflan nada más rozarlos, cual pompa de jabón, esta
vez con un film de género, de wuxia. Película que nada me dijo, aburridísima,
de intrincada y críptica historia, desnortada absolutamente, y de la que nada
se me destiló... ni siquiera una gota de sangre, dado el título y el tema. Eso
sí, bonita fotografía, con algunas escenas de arrobadora belleza, tanta como la
hermosura de su actriz principal, musa del director, que ya me ganó desde que
la vi por primera vez en su film de 2001.
Si queréis ver cintas de
wuxia de belleza infinita, pero con sólida enjundia, os remito a las recientes
de Zhang Yimou, muy especialmente a esa joya absoluta que es para mí "La casa de las dagas voladoras" ("Shi mian mai
fu", 2004), o también a la deliciosa "Tigre y dragón (Crouching tiger, hidden dragon)" ("Wo
hu cang long", 2000) de Ang Lee.
Bueno, ahora algo de
sabiduría ajena, con la que seguro matamos el gusanillo intelectual que podamos
tener:
- "La verdad es a menudo una arma de
agresión. Es posible morir, e incluso asesinar, con la verdad". (Alfred Adler).
- "Mi misión es matar el tiempo y la de
éste matarme a su vez. Se está bien entre asesinos". (Emil Cioran).
- "Me decían que eran necesarios unos
muertos para llegar a un mundo donde no se mataría". (Albert Camus).
- "Conviene matar el error, pero salvar a
los que van errados". (San
Agustín).
- "No podemos matar el tiempo sin herir
la eternidad". (Henry D. Thoreau).
Besos y abrazos,
Don.
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