martes, 1 de diciembre de 2015

Magnánimo magnicidio matutino

¡Buenos días!

Estos matutinos con los que no sólo mato el tiempo, tan generosos conmigo que todo me lo dan sin pedir nada a cambio, me matan... al estilo cantarín de "killing me softly" de Roberta Flack, que hace pocos días también evocaba, mucho más si siguen de dulce estos días de otoño a la vera del Mediterráneo, como así continúa sucediendo, con máxima prevista para hoy de 17ºC y tibio y agradabilísimo sol de mediodía, de esos que quitan el aliento y al poco te matan de dulce si continúas sin respirar por no perturbarlos.

Ayer estuve en el cine viendo "The assassin (La asesina)" ("Nie yin niang"), de Hou Hsiao Hsien, y con Shu Qi (tan hermosísima como siempre) y Chang Chen. De este director taiwanés cuyas películas son bastante infumables para mí, salvo una, la de 2005, había visto hasta ahora tres de sus anteriores films: "El vuelo del globo rojo" ("Le voyage du balon rouge", 2007), "Tiempos de amor, juventud y libertad (Three times)" ("Zui hao de shi guang", 2005), y "Millennium Mambo" ("Qian xi man po", 2001).

En la China del siglo IX una joven asesina, adiestrada desde la infancia por una monja en las artes marciales, de las que es absoluta maestra, regresa a su tierra tras años de exilio después de haber fracasado en su anterior misión liquidatoria, con la orden de matar a su antiguo prometido, noble señor ahora rival del emperador, para quien trabaja. Deberá elegir entre acabar con la vida de su amado, casado con otra mujer, o romper con la orden de sicarios a la que pertenece.

Otro vano ejercicio esteticista (nota: 2) de este director, mucha forma y nulo fondo, de esos que se desinflan nada más rozarlos, cual pompa de jabón, esta vez con un film de género, de wuxia. Película que nada me dijo, aburridísima, de intrincada y críptica historia, desnortada absolutamente, y de la que nada se me destiló... ni siquiera una gota de sangre, dado el título y el tema. Eso sí, bonita fotografía, con algunas escenas de arrobadora belleza, tanta como la hermosura de su actriz principal, musa del director, que ya me ganó desde que la vi por primera vez en su film de 2001.

Si queréis ver cintas de wuxia de belleza infinita, pero con sólida enjundia, os remito a las recientes de Zhang Yimou, muy especialmente a esa joya absoluta que es para mí "La casa de las dagas voladoras" ("Shi mian mai fu", 2004), o también a la deliciosa "Tigre y dragón (Crouching tiger, hidden dragon)" ("Wo hu cang long", 2000) de Ang Lee.

Bueno, ahora algo de sabiduría ajena, con la que seguro matamos el gusanillo intelectual que podamos tener:

 - "La verdad es a menudo una arma de agresión. Es posible morir, e incluso asesinar, con la verdad".  (Alfred Adler).

 - "Mi misión es matar el tiempo y la de éste matarme a su vez. Se está bien entre asesinos".  (Emil Cioran).

 - "Me decían que eran necesarios unos muertos para llegar a un mundo donde no se mataría".  (Albert Camus).

 - "Conviene matar el error, pero salvar a los que van errados".  (San Agustín).

 - "No podemos matar el tiempo sin herir la eternidad".  (Henry D. Thoreau).

Besos y abrazos,

Don.
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