miércoles, 2 de diciembre de 2015

Pataleta matutina de pacotilla

¡Buenos días!

No ha lugar a berrinche alguno en estos idealmente idílicos matutinos, y en el improbabilísimo caso de que lo hubiera, sería de nimia importancia, así que tampoco procede hacerse la víctima, pues la pandilla de hadas y ninfas que los habitan me hacen la vida fácil, muy fácil, con fluida naturalidad o natural fluidez. Cosa a la que también contribuyen estos plácidos días de otoño terminal a la vera del Mediterráneo, soleados y de tibias temperaturas, con máxima prevista para hoy de 16ºC.

Ayer estuve en el cine viendo "Paulina" ("La patota"), de Santiago Mitre, y con Dolores Fonzi (fascinante mujer y actriz) y Oscar Martínez. Es el primer largo que veo de este director argentino, que está basado en otro homónimo (en su título original) del mismo país realizado en 1960. ¡Ya lo que me faltaba, que a un film hispanohablado le cambien el título original!

Paulina es una joven abogada muy idealista quien, en contra de la opinión de su pragmático padre, juez de profesión, decide dejar su prometedor futuro profesional y dedicarse a labores de voluntariado social en una remota región de Argentina, en la frontera con Brasil y Paraguay, dando clase sobre derechos humanos en una marginal escuela rural a conflictivos adolescentes de un miserable poblado. A los pocos días, es asaltada por una panda de jóvenes (una patota) y es violada.

Una muy buena película (nota: 7), con una excelente escena de comienzo (la discusión entre padre e hija), y también la última sobre los créditos finales (su resuelta marcha por el camino rural) este thriller que nos invita a la profunda reflexión ética sobre nuestra sociedad, sobre la justicia social, a través de Paulina, mujer que lleva sus sólidas convicciones morales hasta el límite, provocando la incomprensión de todos los que la rodean. Una mujer que apenas se altera cuando su extremo idealismo choca brutal y violentamente contra la crudísima realidad, convencida de la bondad de sus tesis, que lleva hasta el final con firme determinación, a contracorriente de todos. Busca la verdad, que no la justicia que otros le proponen, pues no siempre ambas coinciden.

Bueno, ahora una pequeña pandilla de citas de sabiduría ajena que nos ayude a acrecentar o desterrar ciertas convicciones nuestras, a las que hay que tener en permanente cuestión:

 - "Al hombre justo y tenaz en sus propósitos ni el furor de ciudadanos poderosos ni el rostro fiero de un tirano amenazador lograrán hacer que altere su firme pensamiento".  (Horacio).

 - "Nuestras convicciones más arraigadas, más indubitables, son las más sospechosas. Ellas constituyen nuestro límite, nuestros confines, nuestra prisión".  (José Ortega y Gasset).

 - "Carácter firme es aquel que puede continuar sin éxitos".  (Ralph W. Emerson).

Besos y abrazos,

Don.
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