¡Buenos días!
Pues las de siempre, ni
antes ni después, pues aunque no hay reglas claras al respecto, los matutinos
llegan cuando tienen que llegar, van y vuelven cuando les place. Y punto
redondo. Así que sin reprimendas que valgan, estos matutinos siguen su curso, y
yo dentro de ellos en estos momentos mañaneros en que mis maternales hadas y
ninfas me cuidan con esmero y velan porque todo me vaya bien. Respecto del
clima, esto ya está pasando de castaño oscuro, que este verano parece querer
agobiarnos y sofocarnos con estos torridísimos días de máximas (oficiales) por
encima de los 40ºC, hoy ligeramente por debajo. Confiemos en que su calidez
natural vuelva a su ser, sin ponerse tan estricto con nosotros.
Ayer por la tarde estuve en
el cine viendo "Una segunda madre" ("Que
horas ela volta?"), de Anna Muylaert, y con Regina Casé, Camila Márdila,
Karine Teles, Lourenço Mutarelli y Michel Joelsas. Es el primer largo que veo
de esta directora y guionista brasileña.
Una empleada de hogar lleva
trabajando como interna durante muchos años para una muy acomodada familia de
Sao Paulo, cuidando como una segunda madre al hijo de la pareja, al que quiere
como si fuera el suyo propio. Un día, la hija de la criada, a la que tuvo que
dejar hace más de diez años al cargo de unos familiares, y a la que no ha visto
casi desde entonces, le dice que irá a la ciudad porque tiene que examinarse
allí de la selectividad. A regañadientes se aloja por unos días en la casa de
los señores junto a su madre. La presencia de la joven hará tambalear el rígido
orden familiar (los señores arriba, los criados abajo), vulnerando unas normas
que desconoce, y que le parecen caciquiles, al contrario que a su sumisa madre,
que no para de reprenderla por ello.
Una muy buena película (nota:
7) este "drama gracioso", en palabras de su propia
directora, en el que con sutil ironía se denuncian las diferencias de clase en
el Brasil actual. Además de hacer amable crítica social, no sin mordiente y con
mucha carga de profundidad, también se reflexiona sobre lo que verdaderamente
nos hace padres, dejando caer que todavía quedan ciertas barreras que superar
en esta acomodada sociedad nuestra. Al respecto de esto de la paternidad, esta
película nos muestra también esa tremenda paradoja de la gente rica, que no
tiene tiempo de cuidar a sus hijos, o eso dicen, y contratan niñeras para
cuidarlos, quienes en su mayoría (las internas) tampoco tienen tiempo para los suyos,
que cuidan familiares con el dinero que ellas envían; y al final batiburrillo
de roles y afectos cruzados. Todo esto se muestra tal cual, sin demonizar a
unos ni ensalzar a otros, que cada cual hace lo que buenamente puede... o más
bien quiere.
Ahora algo de sabiduría
ajena, cual sabios consejos maternos, que espero aprendamos con
aprovechamiento, para una más feliz vida, si es que se puede:
- "Jamás me sujeto a las horas: las horas
son hechas para los hombres, y no el hombre para las horas". (François Rabelais).
- "No es la carne y la sangre, sino el
corazón, lo que nos hace padres e hijos".
(Friedrich von Schiller).
- "La libertad, por lo que respecta a las
clases sociales inferiores de cada país, es poco más que la elección entre
trabajar o morirse de hambre".
(Samuel Johnson).
- "La clase de felicidad que necesito es
menos hacer lo que quiero que no hacer lo que no quiero". (Jean Jacques Rousseau).
Besos y abrazos,
Don.
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