martes, 1 de abril de 2014

El sexo de los matutinos

¡Buenos días, estimados colegas y "es-timadas co-legos" de matutinos!

Aunque a estos angelicales matutinos les suela preceder un artículo masculino, determinado o indeterminado, cosas de las gramáticas romances y sus "generolidades", que nos han llevado a kafkianos mundos sobre lo políticamente correcto en el lenguaje (???), no sé muy bien a qué género pertenecen, y tampoco entraré en bizantinas discusiones para tratar de etiquetarlos en uno u otro sentido, que son ellos mismos, así, tan genuinos, mis matutinos, asexuados y hermafroditas, todo y nada a la vez. Y punto. Y en este punto en que iba a hablar de la lluvia que hoy cae en este primaveral primer día de abril, aguas mil, me pregunto el porqué le ponemos género a los nombres comunes, pues ¿es femenina la primavera o una silla, o es masculino un sillón o el verano? ¿Y si así fuera, por qué y para qué?

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Guillaume y los chicos, ¡a la mesa!" ("Les garçons et Guillaume, à table"), de Guillaume Galliene, y con él mismo (por duplicado, pues representa a su madre y a sí mismo, en sus diversas edades, infancia, adolescencia y juventud), además de ser también el guionista. Es la primera película como director de este también actor, de cine y teatro, y guionista, que se inspira en su vida, especialmente a través de la peculiar relación que mantiene con su madre, una mujer de especial personalidad. Es la adaptación de un monólogo teatral de este hombre espectáculo.

Guillaume es un niño al que su madre trata de modo distinto que al resto de sus hermanos (el título lo dice todo). Cuando llega a la adolescencia se convierte en un chico afeminado y muy confundido con su identidad sexual, pues su forma de ser no cuadra según los criterios de masculinidad de su familia.

Una espléndida comedia, muy mordaz y divertida, inspirada en la propia vida de este autor y actor, sobre el autodescubrimiento y el encuentro de la propia identidad, que pone brillantemente en solfa los clichés, especialmente los de género o sexo (de los más de dos, o ninguno, que seguro hay, o no), que ya no sé qué es qué. Os recomiendo que la veáis, por supuesto en V.O.S., pues es multilingüe, básicamente hablada en francés (no sé si parisino muy fino), con algo de acento español, y español propiamente dicho (¿o andaluz, ¡y olé!, para ser políticamente correcto y no me etiquete cierta gente?), e inglés (¿o británico: "plis", a exciting cup of tea in Plaza Mayor?) y alemán (¿o bávaro, rudo y bárbaro?).

Nos narra una insólita e irónica salida del armario invertida ... y si queréis entender esto, no tenéis más que ir a verla ... de un modo tremendamente cómico, y muy original, con su punto de inteligente emoción o emotiva inteligencia al final. Hubo dos escenas seguidas, en el balneario alemán, la del masaje, y la de la lavativa, en las que me dolía todo el cuerpo de tanto reír ... ¡desternillantes!

Ahora, ahí os dejo puestas en la mesa unas delicias de sabiduría ajena, que seguro nos ayudan a autoafirmarnos:

 - "No son precisamente las demás personas ni las circunstancias las que nos alteran, sino más bien nuestros propios pensamientos y actitudes sobre esas personas y circunstancias las que nos causan inquietud y desasosiego".  (Gerald Jampolsky).

 - "Yo soy yo y mi circunstancia".  (José Ortega y Gasset).

 - "Yo soy una parte de todo aquello que he encontrado en mi camino".  (Alfred Tennyson).

 - "Yo soy lo que soy: un individuo, único y diferente".  (Charles Chaplin).

 - "Me gusta más la verdad cuando soy yo quien la descubre que cuando es otro quien me la muestra".  (Vincent Voiture).

Besos y abrazos,

Don.
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