martes, 21 de enero de 2014

Combustión matutina

¡Buenos días!

Aunque jamás huyan de la quema, en este mundo de evasión matutina es difícil que se produzca combustión alguna, ni siquiera espontánea, especialmente en días como hoy, en el que aunque todavía no llueve, las grises nubes anuncian lluvia y mucha humedad para esta tarde, y todo sin alterar el enaltecido ánimo que desbordan por todos sus poros estos matutinos, haga el tiempo que haga.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Oslo, 31 de agosto" ("Oslo, 31 august"), de Joachim Trier, y con Anders Danielsen Lie. Es el segundo largo de este director noruego, y primero suyo que veo. Está basado en la novela de 1931 "El fuego fatuo" ("Le feu follet"), de Pierre Drieu la Rochelle, de la que ya había otra versión cinematográfica de 1963 dirigida por Louis Malle.

Un joven de buena familia, mediada la treintena, pronto finalizará su tratamiento en un centro de desintoxicación para drogadictos. Como parte de su rehabilitación, le recomiendan ir a Oslo para una entrevista de trabajo. Durante este permiso aprovecha para reunirse con familiares y amigos, a los que hace varios años que no veía. Está deprimido y tiene tendencias suicidas, pues siente que su existencia no tiene sentido, no ve futuro a su situación y se lamenta de las oportunidades desaprovechadas y de las personas queridas a las que decepcionó en el pasado.

Una buena película, no especialmente agradable de ver, por su fría desolación, que quizás por eso en su primera mitad no me motivaba, pero a partir de ahí consiguió engancharme, con las andanzas durante 24 horas de este joven melancólico y apesadumbrado, desde un punto de vista casi de documental, y bastante desesperanzado. Un joven ya muy desmotivado e insatisfecho con todo, de una gran fragilidad emocional, que encaja mal las frustraciones vitales (como todo adicto a psicotrópicos), sin apenas anhelos por nada, salvo recuperar el amor de una de sus novias, que no sabe muy bien que hacer con su vida y que se siente solo y desamparado. Alguna breve llamarada de ilusión vital surgirá de su descomposición anímica, pero la humedad y el sempiterno plomizo cielo noruego la apagarán apenas quiera brotar, sin que nada quiera hacer por evitarlo.

Ahora, a modo de oxígeno que haga prender nuevas y propias ideas, nada como un poquito de sabiduría ajena:

 - "Fuego fatuo y sur soplando, el tiempo va empeorando".  (refrán).

 - "El que pueda decir cómo arde, sufre un fuego muy pequeño".  (Francesco Petrarca).

 - "Los libros tienen los mismos enemigos que el hombre: el fuego, la humedad, los bichos, el tiempo, y su propio contenido".  (Paul Valéry).

 - "La felicidad depende, como muestra la naturaleza, menos de las cosas exteriores y más de las interiores".  (William Cowper).

 - "En cada amanecer hay un vivo poema de esperanza, y, al acostarnos, pensemos que amanecerá".  (Noel Clarasó).

 - "La dicha de la vida consiste en tener siempre algo que hacer, alguien a quien amar, y algo que esperar".  (Thomas Chalmers).

Besos y abrazos,

Don.
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