miércoles, 24 de mayo de 2023

Un buen matutino que se acepta

¡Buenos días!

No nos queda otra que aceptar las volubilidades de esta primavera, así como todas las que han sido y serán, tan constantes en su inconstancia, tan buenas o malas como cada uno quiera tomárselas, que es cuestión de mirada, de enfoque. Por lo demás, mucho más que aceptables, buenos, buenísimos, son estos matutinos para mí, que tanto me ayudan a entender de mis particulares circunstancias y allende, asumiéndolas calmadamente tal cual van viniendo.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Una buena persona" ("A good person", 2023), de Zach Braff, y con Florence Pugh, Morgan Freeman, Molly Shannon, Chinaza Uche, y Celeste O'Connor. De este director, también actor y guionista, había visto uno de sus anteriores largos, su estupendo primero, "Algo en común" ("Garden State", 2004).

Una joven tiene una buena vida, un buen trabajo, y se acaba de prometer con su novio. Es feliz. El día que va conduciendo para ir a elegir el vestido de bodas, junto con la hermana de él y el esposo de esta, sufre un grave accidente de coche debido a un despiste por mirar el móvil mientras conducía. Sus cuñados fallecen, dejando una hija adolescente, y ella sobrevive por poco. Totalmente apesadumbrada por ello, tras salir del hospital rompe con su prometido, se vuelve adicta a las pastillas sedantes que le recetaron por el dolor, entrando en una espiral autodestructiva. Cuando toca fondo decide acudir a terapia en una asociación de adictos anónimos, donde se encuentra con el padre de su ex, al que por la nula relación que mantenía con su hijo no conocía, y que tuvo que hacerse cargo de la custodia de su nieta huérfana. A pesar de los naturales mutuos recelos iniciales irán forjando una paulatina amistad que les ayudará a ir superando sus respectivos traumas.

Muy buena película (nota: 7), con sus más y sus menos, pero que logró engancharme casi desde el principio, este drama sobre crisis existenciales, algo convencional, con mucho sentimiento, lo que a veces la hacía coquetear con la sensiblería, aunque bien contenida, sin embargo, que nos habla principalmente de saber perdonar y perdonarse, de saber aceptar y aceptarse, tras una tragedia. Además de esto nos habla de adicciones y como tratar (dificultosamente) de superarlas, de culpa, del perdón, de la compasión, de hablar, de expresar nuestros sentimientos como la mejor forma de sanación anímica, y de lo mucho que nos ayuda ayudar al otro.

Pues aceptemos que hemos llegado al momento de las citas de sabiduría ajena, que espero sean tan buenas como para reconfortarnos de lo que sea menester:

 - "Hay que esperar lo inesperado y aceptar lo inaceptable".  (Confucio).

 - "Cuando hayáis cometido un error, no mintáis para negarlo o atenuarlo. La mentira es una torpe debilidad. Acepta que te has equivocado; en ello hay magnanimidad".  (Silvio Pellico).

 - "Rebajarse y decir que uno no vale nada es vanidad. Humildad es aceptarse con los defectos y valores".  (Alejandro Jodorowsky).

 - "Nada es más difícil que aceptarse a uno mismo".  (Max Frisch).

 - "No te rindas, aún estás a tiempo
de alcanzar y comenzar de nuevo
de aceptar tus sombras
enterrar tus miedos
liberar el lastre
retomar el vuelo
[...]".  (Mario Benedetti).

Besos y abrazos,

Don.

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