¡Buenos días!
Por mucho que hoy esta primavera se nos haya cubierto de grisura e incluso amenace con lluvia esta tarde, según las previsiones, la seguiré amando por todo el amor y las inmensas ganas de vivir que nos infunde con sus arrebatos, normalmente poco contenidos. La máxima prevista para hoy por los madriles será de 25ºC. Por lo demás, pase lo que tenga que pasar, bueno o malo, siempre estarán conmigo estos matutinos, intrínsecamente, sea en mi realidad cotidiana, sea en mis eventuales evocaciones, acompañándome en mi particular devenir, cosa que les agradezco.
Este fin de semana estuve en el cine viendo "Love life" ("Rabu raifu", 2022), de Kôji Fukada, y con Fumino Kimura, Kento Nagayama, y Atom Sunada. Es el primer largo que veo de este director japonés. Película que me entusiasmó y que os recomiendo encarecidamente.
Una mujer vive felizmente junto con su actual marido y con su hijo, fruto de un matrimonio anterior, que sufre un infausto accidente. De repente aparecerá por sus vidas el padre biológico del niño, quien les abandonó varios años atrás y del que no sabían nada desde entonces, lo que hará que ella se replantee sus objetivos tanto en el amor, como en los demás aspectos de su vida.
Sobresaliente película (nota: 9) este drama familiar con algunos puntitos de absurdo humor, de sentimientos tan contenidos que casi ni se atisban, hondo y pausado, sobre la vida (y el amor) tras una desgraciada tragedia, sobre cómo encararlos, que me encantó por todo, como por su modo de narrar en imágenes (preciosa fotografía), con esa exquisita sensibilidad tan japonesa, que nos habla de lo impredecible que es la vida, de los imprevistos giros con que nos descoloca y aturde, de dolor por la pérdida, de afrontar el duelo, y de reconciliación, a cuyos protagonistas les cuesta mucho compartir sus particulares sufrimientos, aquejados de incomunicación, por lo que se sienten solos, acentuando esto, así como la introspección de sentimientos, el que muchos de los diálogos son en lenguaje de signos (uno de los protagonistas es sordomudo). También de lo que aparentemente perdemos al irse quienes amamos de nuestro lado, sea por huida o muerte. Cuajada de pequeños detalles, a través de dos de ellos, la partida inacabada de othello (un juego de fichas) y el gato, el hijo y el ex respectivamente, que cobran pleno sentido en la escena final, se simboliza eso de que esas queridas personas, que vamos perdiendo por los avatares de la vida, estarán siempre con nosotros aunque ya no estén físicamente.
Amo también la sabiduría ajena, que siempre nos enseña algo de la vida, así que ahí os dejo con estas citas:
- "Naces solo y mueres solo, y en el paréntesis la soledad es tan grande que necesitas compartir la vida para olvidarlo". (Erich Fromm).
- "Te colme la felicidad o te abrume el sufrimiento, el corazón necesita un segundo corazón. La alegría compartida es doble alegría, y el dolor repartido es medio dolor". (Christoph August Tiedge).
- "En ciertas circunstancias de la vida conviene que el amigo permanezca silencioso a nuestro lado, pues el consuelo hablado ensancha la llaga y nos deja ver su profundidad". (Honoré de Balzac).
- "La verdad es que amamos la vida, no porque estemos acostumbrados a ella, sino porque estamos acostumbrados al amor". (Friedrich Nietzsche).
Besos y abrazos,
Don.
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