jueves, 4 de mayo de 2023

Plan de renacimiento matutino

¡Buenos días!

Por mucho que me empeñe en remozar estos matutinos, la rutina mañanera de cada día no parece dejarme hacerlo. El caso es que poco a poco, casi que sin darme cuenta, van cambiando, eso sí, sin cambiar su perpetua lozanía a mis entusiasmados ojos, no solo con ellos, sino con todos los demás dones que la vida me va regalando. Hoy parece querer esta primavera ser como tiene que ser, fresca, revoltosa, y lo consigue a medias con esta jornada soleada, ventosilla, con alguna nube y no demasiado calor, pues los 24ºC de máxima prevista por los madriles son muy agradables, pero nos faltaría algo más de movimiento atmosférico, con unos buenos y muy necesarios chaparrones, por ejemplo, pero bueno, cada cosa a su momento.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Plan 75" (2022), de Chie Hayakawa, y con Chieko Baisho, Hayato Isomura, Stefanie Arianne, Yumi Kawai, Taka Takao, e Hisako Ôkata. Es el primer largo de esta directora japonesa.

En Japón, en un futuro cercano, el acelerado envejecimiento de su población lleva a una sobrecarga en su economía que están pagando las nuevas generaciones cada vez más menguadas. Para mitigar los altercados que se están produciendo, en especial los asesinatos de ancianos, el gobierno aprueba un plan, el "Plan 75", por el que se incentiva que las personas mayores de 75 años decidan morir el día que estimen, apoyándolas económica, emocional y sanitariamente en el proceso de muerte voluntaria asistida, pues ya no son útiles al sistema productivo. Tres personajes, una solitaria mujer de 78 años recién jubilada que se plantea su inscripción en el plan, un joven reclutador gubernamental de candidatos para acogerse voluntariamente a él, y una auxiliar de enfermería filipina que cuida de personas mayores, cruzarán tangencialmente sus vidas.

Buena película (nota: 6) esta historia, en realidad tres historias muy sutilmente vinculadas, aunque a ratos no muy bien engarzadas, muy triste, aunque con cierta abertura a la esperanza de un mundo mejor, y bastante oscura, narrada muy al estilo japonés, delicada y sosegadamente, aunque produce bastante desasosiego, y da mucho que pensar con su crítica social, sobre a qué mundo podríamos llegar a no mucho tardar. Obviamente nos habla de envejecimiento, de eutanasia, de la forma en que la sociedad (y las personas individuales) tratan a sus ancianos. Podría parecer una distopía, aunque no lo es tanto dado lo al borde de la realidad que está o podría estar, que también deja caer al final un hermoso canto a la vida.

Ahora, como siempre, una buena despedida para este matutino con estas citas de sabiduría ajena:

 - "Planear: preocuparse por encontrar el mejor método para lograr un resultado accidental".  (Ambrose Bierce).

 - "Los ancianos tienen tanta necesidad de afectos como de sol".  (Víctor Hugo).

 - "Amamos las catedrales antiguas, los muebles antiguos, las monedas antiguas, las pinturas antiguas y los viejos libros, pero nos hemos olvidado por completo del enorme valor moral y espiritual de los ancianos, que no son otra cosa que humanos antiguos".  (Lin Yutang).

Besos y abrazos,

Don.

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