martes, 16 de mayo de 2023

La quietud en los matutinos

¡Buenos días!

Sosegado me encuentro ya desde el mismo momento en que entro en estos matutinos, olvidadas de inmediato las turbulencias que pudieran haberme aquejado instantes antes, que ni ganas me entran de evocarlas porque ya no tiene sentido, que se evaporaron y es imposible que puedan volver a condensarse, al contrario de lo que sí sucede con el agua de lluvia, que sí que tiene la potestad de vivir infinitas vidas en un ciclo perpetuo, no como nosotros, pobres mortales. Pues lluvia, lo que se dice lluvia, no parece que hoy vaya a caer ni una gota por los madriles, una pena, tan necesaria que es. Por lo menos, en otras zonas sí que caerá, y nosotros seguiremos con otro día más de frescor, escurridas nubes pasajeras, viento creciente, sobre todo vespertino, y una máxima prevista de 22ºC.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "La quietud en la tormenta" ("Gelditasuna ekaitzean", 2022), de Alberto Gastesi, y con Loreto Mauleón, Iñigo Gastesi, Aitor Beltrán, y Vera Milán. Es el primer largo de este director.

Una joven vuelve con su pareja de París, donde ambos conviven y trabajan desde hace siete años, a su ciudad, San Sebastián (Donostia), para buscar piso en el que instalarse. El agente inmobiliario que les enseña el primer inmueble, que también vive en pareja desde hace años, parece conocer a la joven, y viceversa, pues se encontraron fugazmente años atrás cuando eran estudiantes, aunque nada se dicen.

Película que se deja ver (nota: 5), de precioso título que me animó a ir a verla, agradable, con cierto poso de melancolía, esta historia de amor, historias de amor, narradas en blanco y negro y desarrolladas en dos tiempos, el presente que es y el pasado que pudo haber sido y no fue, evocado fantasiosamente a raíz del fortuito reencuentro varios años después de dos amantes que no lo fueron, que se separaron apenas de ni haber comenzado su relación. Nos muestra de un modo sumamente natural y certero la vida de dos parejas actuales, de su amor real nada idealizado, y de otra pareja del soñado pasado futurible con esa torpeza propia de los amores primerizos. Me encantó su premisa de partida, pero a veces, en algunas escenas, que me sobraron por autocomplacientes, y con algunas reflexiones de personajes secundarios, me chirriaban las entendederas; además no me pareció fluido en general el engarce de las sucesivas escenas. Todo quizá torpeza de primerizo. Sin embargo, en otros momentos, me pareció deliciosa.

Ahora, con toda la calma del mundo, llegamos a la sección de sabiduría ajena, con estas citas que espero perturben con renovado ímpetu nuestras neuronas:

 - "[...]
Hay una tranquila tormenta
Que jamás antes sentí así
Y eres tú
[...]
Haría lo que fuera por ti,
aguantaría bajo la lluvia.
Cualquier cosa que quieras de mí,
pero no dejes que se vaya
[...]".  (Sade Adu, "The sweetest taboo").

 - "No perdáis el tiempo ni en llorar el pasado ni en llorar el porvenir. Vivid vuestras horas, vuestros minutos. Las alegrías son como las flores que la lluvia mancha y el viento deshoja".  (Remy de Gourmont).

 - "Si quieres una vida placentera, no debes atormentarte por el pasado".  (Johann W. Goethe).

 - "Cuando salgas de esa tormenta, no serás la misma persona que entró en ella. De eso se trata la tormenta".  (Haruki Murakami).

 - "El ayer está hecho. El mañana nunca llega. El hoy está aquí. Si no sabes qué hacer, quédate quieto y escucha".  (Carl Sandburg).

Besos y abrazos,

Don.

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