martes, 30 de marzo de 2021

Nomadeo matutino

¡Buenos días!

Comienza el día, y con él una nueva etapa que, gracias a estos matutinos y su inestimable compañía, estoy seguro de que será la mar de llevadera, por mucho que pudiera transitar por alguna que otra aridez, sea mesetaria o anímica, en el inevitable camino que nos espera por delante. Sol y cada vez más fuerte viento, que trae de aquí para allá y de allí para acá algunas nubes descarriadas que van y vienen tratando de buscar su mejor acomodo. La máxima prevista para hoy por los madriles será de 23ºC.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Nomadland" (2020), de Chloé Zhao, basada en libro homónimo de investigación periodística de Jessica Bruder, y con Frances McDormand, David Strathairn, y otros más, en este caso actores no profesionales que se interpretan a sí mismos. Es el tercer largo de esta directora china afincada en Estados Unidos, de quien había visto su anterior, "The rider" (2017).

A causa de la crisis económica de finales de la primera década de este siglo, una mujer recién viuda, en la sesentena, que lo ha perdido todo, su trabajo, su casa, su marido, tras la quiebra y cierre de la empresa de materiales de construcción del pequeño pueblo de la América profunda en el que vivía, decide comprarse una destartalada furgoneta para vivir en ella y viajar e irse ganando la vida con pequeños trabajos basura que va consiguiendo aquí y allá. Se ha convertido, por la fuerza de las miserias del capitalismo, en una nómada moderna. En su devenir, se irá cruzando con otros como ella.

Buena película (nota: 6) este, podría decirse, moderno western existencial, con muy buenas maneras, introspectiva y con aire melancólicamente poético, pero cuya historia, a medio camino entre la ficción y el documental, rodada casi en la totalidad de su elenco, salvo los dos principales, con actores no profesionales que se interpretan a sí mismos, no consiguió engancharme más que a ratos, emocionándome mucho incluso en algunos de ellos. Si investigáis, veréis que he dicho casi lo mismo que escribí de su anterior film, que también hablaba, en cierto modo, del lado oscuro, muy oscuro, del sueño americano y sus ruinas, de sus marginales juguetes rotos por la precariedad laboral... que tratan de recomponerse en la medida de sus pocas posibilidades.

Pues paso a paso este matutino camino llegó a la sección de sabiduría ajena, que hoy comienza, y termina, con un refrán castellano que, si bien tiene sentido negativo (de advertencia a quien niega un favor), es idéntico (tras la y griega) al leit motiv de la película hoy glosada, frase que se dice en ella en agradecimiento de aquellos que nos dejaron (por irse a otro sitio, incluso al más allá) y bien nos hicieron:

 - "Arrieritos (arrieros) somos y en el camino nos encontraremos".  (Refrán).

Besos y abrazos,

Don.

_____

No hay comentarios: