lunes, 8 de marzo de 2021

De nuevo el último matutino

¡Buenos días!

Siempre eternos, hoy nos muestran su última versión, esta que hoy echa a volar, no sé si echando humo (o fuego) por la boca... creo que no, que nuestra buena concordia y mutua confianza impide que nos enfademos por nada. Es más, echamos a bailar, bien juntitos, como exaltación de la vida en común, la que tuvimos, tenemos y tendremos. Y de nuevo se nos nubló, y llueve, así que a chapotear en los charcos, al son del tintineo de las gotas que caen, con la absoluta y segura esperanza de que la verde primavera que ya despunta por doquier, aunque todavía no toca por calendario, volverá a hacer volar nuestro entusiasmo por la vida.

Este fin de semana estuve en el cine viendo una de animación digital, de la Disney. Se trató de "Raya y el último dragón" ("Raya and the last dragon", 2021), de Don Hall, Carlos López Estrada, Paul Briggs y John Ripa. Del primero de los directores había visto uno de sus anteriores largos, "Big Hero 6" (2014), codirigida con Chris Williams.

En un mundo fantástico, en el que siglos atrás coexistieron en perfecta armonía humanos y dragones, estos se sacrificaron para salvar a los humanos de unas criaturas malignas que intentaron dominarlo. Ahora, debido a las disputas entre los clanes humanos, los monstruos regresaron de donde los dragones los confinaron. Raya, la princesa de uno de los reinos en que se fragmentó el mundo entonces, deberá encontrar al único dragón superviviente, escondido en un remoto confín de su tierra, y del que todos creen que es un mito, para reconstruir la ancestral concordia entre humanos.

Película que, cual disco rayado (nota: 4), no me dijo nada nuevo ni especial e incluso a ratos aturdía mis entendederas con montones de topicazos y haciendo remedos de algunas pasadas sagas cinematográficas. Me pareció rayana en la americanada, por mucho envoltorio de celofán oriental que llevara. Eso sí, técnica de animación deslumbrante, lo más de lo más, y momentos sueltos muy entretenidos y graciosos, amén de muy loable moraleja de aprender a perdonar y confiar en los demás para lograr un mundo mejor entre todos; pero la planicie de la historia, coqueteando con la sandez, propio de la marca Disney en muchas de sus obras, por mucho que esta vez no haya trama romántica aunque sí presunto empoderamiento femenino, que de tan recargado empalaga tanto como sus pasadas historias de princesas rosas y príncipes azules... ¡dónde habrá quedado la bendita y desopilante irreverencia de "Shrek" (2001-2004-2007-2010)!, saga de cuatro películas de la que vi las tres primeras, y que llegó incluso a influir en algunos títulos Disney, como "Tiana y el sapo" ("The princess and the frog", 2009), de John Musker & Ron Clements.

Para mi consuelo, disfruté un montón con el corto que hizo de telonero del largo, también de Disney, pero en otra dimensión. Se trató de "Nosotros de nuevo" ("Us again", 2021), de Zach Parrish. Una exquisita delicia, sobresaliente (nota: 9), esta preciosa historia, narrada sin palabras, que bien podría haber pasado por uno de los muchísimos y primorosos cortos de Pixar. Historia de aceptar lo que nos toca pero sin jamás perder la ilusión por la vida, mediante el rejuvenecedor baile bajo la lluvia, a través del anciano matrimonio protagonista, ella todavía con pasión por disfrutar y él dejándose apolillar. Solo por estos breves seis minutos que elevan la moral de cualquiera me mereció la pena todo el tiempo pasado en la sala oscura.

Bueno, pues ya estamos de nuevo emparejados con la sabiduría ajena, así que ahí os dejo unas citas, que espero y confío no sean las últimas en su especie:

 - "La causa justa, toda causa justa, se convierte en injusta en el momento en que la llevamos hasta sus últimas consecuencias".  (Hans M. Enzensberger).

 - "La última y definitiva justicia es el perdón".  (Miguel de Unamuno).

 - "Una prueba no ligera de la propia bondad está en confiar en la bondad de los demás".  (Michel E. de Montaigne).

Besos y abrazos,

Don.

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