Más
que ellos, que de puro buenos parecen tontos, pero no lo son, lo debo ser yo,
permanentemente embobado cada vez que entro por aquí, arrobado por su mero
existir. Pues sigo mi tranquilo transcurrir en estos días de luminoso otoño,
que bien se trabajan el precioso decorado que nos dejan, como hoy, con sol y
nubes, que quizá dejen algunos chispazos de lluvia, y con 9ºC de máxima
prevista para hoy por los madriles.
Ayer
por la tarde estuve en el cine viendo "La odisea de los giles",
de Sebastián Borensztein, basada en la novela "La noche de la usina"
de Eduardo Saccheri, y con Ricardo Darín, Luis Brandoni, Chino Darín, Verónica
Llinás, Daniel Aráoz, Carlos Belloso, Rita Cortese, y Andrés Parra. Es el
quinto largo de este director argentino, de quien había visto sus dos más recientes,
"Capitán Kóblic" (2016) y "Un cuento chino" (2011).
A
finales del 2001 un grupo de amigos y vecinos de un pueblecito perdido de la
provincia de Buenos Aires, buena gente, deciden juntar sus pocos ahorros para
montar una cooperativa agrícola que revitalice las apagadas vida y economía del
lugar. Los ingresan en el banco justo el día anterior a que se declare el
corralito, y lo pierden casi todo. Cuando descubren que el director de la
sucursal y un abogado, sabedores de lo que se avecinaba, se llevaron su dinero
en metálico esa misma tarde, montarán una improvisada banda de incapaces
atracadores para tratar de recuperar su dinero.
Una
buena película (nota: 6), con sus más y sus menos, esta de atracos, de
robar a un ladrón, y también divertida y amable comedia, con su puntito de
picardía y crítica social de la deplorable situación de un país donde unos
cuantos listos (y poderosos) no cesan de timar a la mayoría de giles (tontos de
tan buenos o cándidos). Pero todo tiene un límite. Al principio no me dijo gran
cosa pero luego, con vaivenes, se me fue entonando, haciéndome reír a ratitos.
Ahora,
para mejor capear las odiseas, algo de sabiduría ajena, que tal vez nos saque
de ser tan tontos:
- "¿Qué haces, bobo?... Asiento lo que me
deben y borro lo que debo".
(Refrán).
- "Bien se puede perdonar a un hombre ser
necio una hora, cuando hay tontos que no lo dejan de ser una hora en toda su
vida". (Francisco de Quevedo).
- "Los sabios y los tontos son igualmente
inofensivos; los que más son de temer son los sabios a medias y los medio
tontos". (Johann W. Goethe).
- "Si en el mundo no hubiera más tontos
que pícaros, los pícaros no tendrían de quién aprovecharse para
vivir". (Samuel Butler).
Besos
y abrazos,
Don.
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