¡Buenos días!
No me voy a andar por las
ramas, ni a enredarme en subterráneas raíces, el fresco linaje de estos
matutinos se ventila en un pispás, que no es más que ese descastado ciudadano
del mundo que vengo a ser yo mismo, quien los escribe y suscribe desde hace
algo más de quince años. A falta de un solo día para el equinoccio, y que nos
entre la coquetona primavera con sus requiebros, y nos cautive como sólo ella
sabe hacer, se nos ha nublado algo este día y parece amagar algún leve
chaparroncillo para por la tarde, refrescando ligeramente (unos dos grados
menos que ayer).
Ayer por la tarde estuve en
el cine viendo "Ocho apellidos vascos", de
Emilio Martínez Lázaro, y con Clara Lago, Dani Rovira, Karra Elejalde, y Carmen
Machi. De este veterano director he visto casi todos sus largos, en concreto
sus cuatro anteriores: "La montaña rusa" (2012),
"Las 13 rosas" (2007),
"Los dos lados de la cama" (2005),
y "El otro lado de la cama" (2002).
Uno de los guionistas del film es Borja Cobeaga, director a su vez de dos
películas, como su impagable debut con "Pagafantas" (2009),
y la regularcilla "No controles" (2010).
Un joven andaluz jamás ha
salido de su Sevilla natal para conseguir lo único que le importa en la vida:
el fino, la gomina, el Betis y las mujeres. Pero todo cambia el día que conoce
a la primera chica que se le resiste, una vasca de pura cepa que pasaba por
allí de mala gana. Se ha enamorado, y decidido a conseguirla la sigue hasta su
pueblo de las Vascongadas profundas, teniendo que hacerse pasar él por vasco
para intentar que le haga caso.
Salvo algunos muy buenos e
ingeniosos golpes sueltos de humor, no me hizo especial gracia esta comedia
romántica (le falta chispa en general), que se deja ver, y que se ríe de los
tópicos de vascos y andaluces y de sus ridículos prejuicios culturales
(extensibles a toda España ... y al resto del mundo), y esperpénticos hechos
diferenciales. Y sin embargo ha sido la más taquillera de esta semana, con
aplastante diferencia, superando superproducciones hollywoodienses.
Ahora, algo de sabiduría
ajena, escogida de entre las citas de más alta alcurnia:
- "El nombre propio es el que marca la
individualidad; el apellido, las relaciones sociales". (Ángel Ganivet).
- "En cuestión de árboles genealógicos es
más seguro andarse por las ramas que atenerse a las raíces". (Jacinto Benavente).
Besos y abrazos,
Don.
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