¡Buenos días!
Como el sol de cada mañana
tras el oscuro horizonte, vuelve a alzarse desde las penumbras de mi coco otro
matutino más, de los que llevo ya escritos más de veinte centurias, con la idea
de enseñorearse de mis entendederas mientras lucho con ellos por librarme de
las pegajosas legañas que quieren conquistarme y nublar mi vista. Mientras
tanto seguimos avanzando en ordenada formación, escoltados por dulces y
soleados días que hacen florecer a nuestro paso gloriosas flores en algunos
árboles del camino, para pasar sin sobresaltos a través del equinoccio
primaveral, lo que sucederá en menos de una semana, especie de arco del triunfo
bajo el cual se rinde el invierno a los pies de la primavera imperial que
dominará a partir de ahora.
Ayer por la tarde estuve en
el cine viendo "300: El origen de un imperio"
("300: Rise of an empire"), de Noam Murro, y con Sullivan Stapleton,
Eva Green (preciosos pechos), Rodrigo Santoro, y Lena Headey. Es el segundo
largo de este director y primero suyo que veo, que es una especie de spin-off
de un exitosísimo film del año 2007: "300", de Zack Snyder.
Como "300", es
también una adaptación de otro cómic de Frank Miller, que se desarrolla en el
s.V a.C., durante las Guerras Médicas entre persas y griegos. Así como la
primera narraba, mistificadamente mitificada, la batalla de las Termópilas, en
la que los espartanos de Leónidas se enfrentaban a los ejércitos de Jerjes,
ahora se narran otras batallas en la que los griegos, liderados por el general
Temístocles, para evitar ser invadidos por los persas, se enfrentan a sus
poderosos ejércitos, liderados por su rey Jerjes y comandados por Artemisia.
Otra sobredosis épica plena
de sangre a chorros, efectos especiales, y testosterona, incluso corriendo por
las venas de sus dos personajes femeninos principales. Sin embargo, a pesar de
ser muy parecida a la primera, de tener una estupenda fotografía y banda
sonora, no me apabulló (en el buen sentido) como la poderosísima
"300", no sé si porque no es tan redonda, o porque le faltó el efecto
sorpresa de la primera, a la que acudí tremendamente escéptico, suponiendo que
no me gustaría nada de nada, y de la que salí admirado de su preciosismo visual,
su perfección técnica y trepidante acción, a pesar de su épica, exceso de
violencia (estilizada, eso sí), todo remojado en litros de testosterona, cosas
de las que, a priori, abomino. Este spin-off, además, en muchos momentos, más
me pareció un videojuego que una película. En definitiva, secuela innecesaria,
dejar la original sin la compañía de la hoy glosada hubiera sido suficiente.
Ahora ascendamos al Olimpo
de la sabiduría ajena, de donde os escojo estas citas de entre las centurias,
miríadas más bien, de ellas que hay por doquier:
- "General que en cien batallas vence,
nada habrá ganado si la ciento una pierde". (refrán).
- "Quien a uno castiga, a ciento
hostiga". (refrán).
- "De ciento que pueden soportar la
adversidad, apenas hay uno que pueda sobrellevar la prosperidad". (Thomas Carlyle).
- "Para que dure un imperio, es menester
que el magistrado obedezca las leyes, y el pueblo al magistrado". (Solón).
Besos y abrazos,
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