¡Buenos días!
No voy a entrar en
bizantinas discusiones sobre si estos matutinos serán o no para siempre jamás
de los jamases, pero desde luego su más o menos regular cadencia mañanera dan
cierto sentido a mi vida combatiendo mi natural deterioro, que todo devenir
vital conlleva. Por lo demás, con clima revuelto, rayano en lo invernal,
continuamos de resurgir primaveral, lejos, muy lejos todavía de su declive allá
por el apogeo solar del solsticio de dentro de casi tres meses, en un continuo
y eterno ciclo estacional de nacimiento y muerte ... la vida misma, en general,
a la que hay que amar con pasión, que no la nuestra particular, que también
debe ser amada sin medida.
Ayer por la tarde estuve en
el cine viendo "Byzantium", de Neil Jordan, y
con Saoirse Ronan, Gemma Arterton, y Sam
Riley. Hasta ahora había visto cuatro de los muchos anteriores films de este
veterano director, en concreto, "Desayuno en Plutón" ("Breakfast
on Pluto", 2005),
"El buen ladrón" ("The good thief", 2002),
"Entrevista con el vampiro" ("Interview with the vampire: The
vampire chronicles", 1994), y "En compañía de lobos" ("The
company of wolves", 1984).
Tras huir precipitadamente
del escenario de un violento crimen, un par de jóvenes, una despampanante y
seductora, y la otra introvertida, que esconden misteriosos secretos, se
instalan en un destartalado hotel, el "Byzantium", de una decadente
ciudad costera de vacaciones.
Una muy buena película esta
historia de vampiros, que habla de lo que todas las buenas películas de este
género, de amor intemporal hasta la muerte (y más allá), en definitiva, de amor
y de muerte (del bien morir), y en consecuencia de la vida.
Con una buena banda sonora,
y una atmósfera especial que recuerda a la otra película de vampiros de este
director, "Entrevista con el vampiro" y con detalles de su también
"En compañía de lobos", rompe algunas convenciones del género
vampírico, aunque hable de lo esencial (amor y muerte). Por su historia de amor
adolescente, también me recordó a esa joyita fílmica que es para mí
"Déjame entrar" ("Lat den rätte komma in", 2008), de Tomas
Alfredson.
Con algunos pocos momentos
realmente sangrientos, es básicamente reflexiva y un drama personal de sus
protagonistas, que tratan de pasar más o menos por su vida eterna buscando el
amor y sin hacer demasiada sangre ni dejar demasiados cadáveres por el camino
(al menos una de ellas). También va del precio que se paga por la inmortalidad.
Ahora algo de inmortal
sabiduría ajena, a modo de antioxidante cerebral para evitar su deterioro:
- "La literatura es una extraña máquina
que traga, que absorbe todos los placeres, todos los acontecimientos de la
vida. Los escritores son vampiros".
(George Bernard Shaw).
- "La muerte solamente tiene importancia
en la medida en que nos hace reflexionar sobre el valor de la vida". (André Malraux).
- "¿Qué es la vida eterna sino aceptar el
instante que viene y el instante que se va?". (Cesare Pavese).
- "Uno a uno, todos somos mortales.
Juntos, somos eternos". (Apuleyo).
- "El amor es el gran refugio del hombre
contra la soledad, la inmensa soledad que le han impuesto la naturaleza, la
especie, las leyes eternas". (Henri
Bataille).
Besos y abrazos,
Don.
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