miércoles, 26 de marzo de 2014

Inmortal decadencia matutina

¡Buenos días!

No voy a entrar en bizantinas discusiones sobre si estos matutinos serán o no para siempre jamás de los jamases, pero desde luego su más o menos regular cadencia mañanera dan cierto sentido a mi vida combatiendo mi natural deterioro, que todo devenir vital conlleva. Por lo demás, con clima revuelto, rayano en lo invernal, continuamos de resurgir primaveral, lejos, muy lejos todavía de su declive allá por el apogeo solar del solsticio de dentro de casi tres meses, en un continuo y eterno ciclo estacional de nacimiento y muerte ... la vida misma, en general, a la que hay que amar con pasión, que no la nuestra particular, que también debe ser amada sin medida.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Byzantium", de Neil Jordan, y con  Saoirse Ronan, Gemma Arterton, y Sam Riley. Hasta ahora había visto cuatro de los muchos anteriores films de este veterano director, en concreto, "Desayuno en Plutón" ("Breakfast on Pluto", 2005), "El buen ladrón" ("The good thief", 2002), "Entrevista con el vampiro" ("Interview with the vampire: The vampire chronicles", 1994), y "En compañía de lobos" ("The company of wolves", 1984).

Tras huir precipitadamente del escenario de un violento crimen, un par de jóvenes, una despampanante y seductora, y la otra introvertida, que esconden misteriosos secretos, se instalan en un destartalado hotel, el "Byzantium", de una decadente ciudad costera de vacaciones.

Una muy buena película esta historia de vampiros, que habla de lo que todas las buenas películas de este género, de amor intemporal hasta la muerte (y más allá), en definitiva, de amor y de muerte (del bien morir), y en consecuencia de la vida.

Con una buena banda sonora, y una atmósfera especial que recuerda a la otra película de vampiros de este director, "Entrevista con el vampiro" y con detalles de su también "En compañía de lobos", rompe algunas convenciones del género vampírico, aunque hable de lo esencial (amor y muerte). Por su historia de amor adolescente, también me recordó a esa joyita fílmica que es para mí "Déjame entrar" ("Lat den rätte komma in", 2008), de Tomas Alfredson.

Con algunos pocos momentos realmente sangrientos, es básicamente reflexiva y un drama personal de sus protagonistas, que tratan de pasar más o menos por su vida eterna buscando el amor y sin hacer demasiada sangre ni dejar demasiados cadáveres por el camino (al menos una de ellas). También va del precio que se paga por la inmortalidad.

Ahora algo de inmortal sabiduría ajena, a modo de antioxidante cerebral para evitar su deterioro:

 - "La literatura es una extraña máquina que traga, que absorbe todos los placeres, todos los acontecimientos de la vida. Los escritores son vampiros".  (George Bernard Shaw).

 - "La muerte solamente tiene importancia en la medida en que nos hace reflexionar sobre el valor de la vida".  (André Malraux).

 - "¿Qué es la vida eterna sino aceptar el instante que viene y el instante que se va?".  (Cesare Pavese).

 - "Uno a uno, todos somos mortales. Juntos, somos eternos".  (Apuleyo).

 - "El amor es el gran refugio del hombre contra la soledad, la inmensa soledad que le han impuesto la naturaleza, la especie, las leyes eternas".  (Henri Bataille).

Besos y abrazos,

Don.
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