jueves, 12 de diciembre de 2013

No me sobra ni un matutino

¡Buenos días!

No me caso con nadie, me mantengo firme y digo que aunque algunos no me hayan salido como esperaba, no reniego de ninguno, que todos tienen su corazoncito, los quiero en mayor o menor grado y con todos me uniría en un ménage à trois ... no, más, en un polígamo "poli-ménage", que ya sabemos que dos son compañía y tres son multitud. Por lo demás el otoño va camino de su unión con el invierno en la ceremonia solsticial del próximo 21 de diciembre, a la que espero asistamos todos (no se requiere traje de etiqueta).

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Tres bodas de más", de Javier Ruiz Caldera, y con Inma Cuesta, Martiño Rivas, y Quim Gutiérrez. Es el tercer largo de este director, de quien había visto tan sólo su debut, "Spanish movie" (2009).

Una joven investigadora de biología marina que va de fiasco en fiasco con sus múltiples relaciones sentimentales rompe con su último novio en la boda de su jefa. A los pocos meses recibe en el mismo día tres invitaciones de boda de tres de sus anteriores novios. Como no sabe decir no, aunque le pese, y se vea obligada a enfrentarse a su pasado, decide ir a las tres (en días distintos cada una). Como está sola, para ir a la primera le pide al becario que le acaban de asignar en el trabajo que le haga el favor de acompañarla. Allí se enamorará, otra vez, de uno de los invitados.

Una película que ni fu ni fa, normalita, una pretendida comedia romántico-gamberra que trata de emular sus referentes gringos (el 99% apestosos bodrios), y que casi ni fue comedia ni gamberra, incluso a pesar de algunos pocos excesos escatológicos y políticamente incorrectos (nada excesivo), y con la que me reí poco y pocas veces. Si vais a verla, no salgáis de la sala nada más comenzar los títulos de crédito finales, pues entre ellos hay un divertido sketch que explica el germen de las carencias afectivas de la protagonista, muy dependiente emocionalmente de sus novios ... hasta que logra independizarse.

Ahora algo de sabiduría ajena, una breve colección de citas de las que espero ninguna esté de más:

- "Si vuestra prometida es una santa, llevadla enseguida al altar, pero dejadla en él y volveos a casa".  (Enrique Jardiel Poncela).

- "La única alegría de los casados está en asistir a la boda de los otros ... ¡Alegría diabólica!".  (Ramón Gómez de la Serna).

- "El amor es como la salsa mayonesa: cuando se corta, hay que tirarlo y empezar otro nuevo".  (Enrique Jardiel Poncela).

- "Donde reina el amor, sobran las leyes".  (Platón).

Besos y abrazos,

Don.
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