¡Buenos días!
Ya sabéis de mi filia por
estos matutinos, que son como mis hijos, no de sangre, sino de ideales ideales.
Así que no tengo más que añadir. El invierno, por lo demás, sigue buscando sus
originales señas de identidad, a saber, el frío intenso y alguna que otra
nevada, que de momento sólo encuentra agradable sol que le da algo de calor, no
mucho (unos 10ºC de máxima para hoy), no vaya a ser que se nos ponga tontorrón.
Ayer por la tarde estuve en
el cine viendo "Ismael", de Marcelo Piñeyro, y
con Mario Casas, Belén Rueda, Sergi López, Juan Diego Botto, Larsson do Amaral,
y Ella Kweku (preciosa mujer ella). De este director argentino había visto sus
tres últimos films, a saber, "Las viudas de los jueves" (2009),
"El método" (2005),
y "Kamchatka" (2002).
Los anteriores no los vi.
Un niño de 10 años y madre
africana coge un tren AVE en Madrid con dirección a Barcelona. Se ha fugado de
casa porque quiere conocer a su padre biológico. Su única pista es la dirección
de un sobre viejo, que le lleva a un apartamento barcelonés donde vive una
mujer de mediana edad ... que es su abuela y nada sabía de la cuestión. Avisa a
la madre del niño de que allí está, y luego se encamina con el nieto recién
conocido a buscar a su hijo para que le explique. Paralelamente, la madre viaja
con su actual marido para recoger al niño. Saldrán a relucir todo tipo de
cuentas pendientes del pasado.
Una película que no me gustó
lo más mínimo (y eso que las tres anteriores que vi de este director sí que me
gustaron), que me irritó profundamente, que me hizo sentir vergüenza ajena, que
abusa de la sensiblería más manida, ñoña las más de las veces, y que pretendía
tener momentos graciosos que no me hicieron reir ni por contagio, pues a mi
alrededor, para mi sorpresa, había gente que se reía. Además, tuvo ramalazos de
discurso social que flaco favor hace a cierta adolescencia presuntamente
conflictiva y descarriada. Por lo tanto, esta película plena de tópicos
estereotipos que no me creí, que parece querer hablarnos de relaciones
paterno-filiales y amores torcidos por vaya usted a saber el porqué, no se la
recomendaría a nadie, aunque imagino que habrá gente a la que le merezca la
pena gastarse los euros que cuesta una sesión de cine para verla, no sentirse
timada, y que además incluso le guste. Es que hay gente "pa'tó".
Pues ahora algo de sabiduría
ajena, que ya sabéis de mi gran afición por ella:
- "Los hijos son educados como si
debiesen ser hijos toda la vida, sin que se piense en absoluto que se
convertirán en padres". (August
Strindberg).
- "Cuando el menor de los hijos ya ha
aprendido a no revolver la casa, llega el mayor de los nietos a dejarla como un
asco". (John Morley).
- "Vale más sembrar una cosecha nueva que
llorar por la que se perdió".
(Alejandro Casona).
Besos y abrazos,
Don.
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