Modus operandi matutino

¡Buenos días!

Suele ser más o menos el mismo, casi inmutable a pesar de las circunstancias, por difíciles que estas pudieran ponerse, que ellos van a lo suyo. En definitiva, se trata de ver una película (u obra de teatro o cualquier otro espectáculo escénico, en mucha menor medida) y desparramar unas ideas en torno a lo que me sugieren. Nada especial. Nada más ... y nada menos. Por lo demás, el otoño sigue impertérrito a lo suyo, ya abocándose hacia su seguro final en cuanto crucemos el punto solsticial de invierno en breves días.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Operación E", de Miguel Courtois, y con Luis Tosar y Martina García (una preciosidad). Está basada en un caso real que ocurrió en Colombia hace pocos años y que saltó a los noticiarios de todo el mundo. De este director había visto dos de sus anteriores films: la muy buena "El Lobo" (2004); y "GAL" (2006), que no me gustó absolutamente nada; cuyos matutinos podéis ver más abajo.

Un muy humilde campesino colombiano, casado y con una inmensa prole, que sobrevive, y malvive, en la selva cultivando coca para la guerrilla, porque dominan las tierras donde habita, tiene que aceptar a regañadientes que le dejen en custodia un bebé recién nacido enfermo y malherido, cuando casi no puede alimentar a su familia. A partir de ahí su vida se torcerá y las consecuencias de este hecho no le traerán más que desgracias, pues al cabo de los años la guerrilla le reclamará urgentemente al niño, amenazando con matarle si no lo hace, pero él, al haberlo llevado a un hospital para que lo curaran, perdió su custodia, quedando al cargo de los servicios sociales.

Una muy buena película, que transmite muy bien el desasosiego y desolación de las víctimas inocentes de todo conflicto bélico, más cuanto más enquistado está, como en el caso de Colombia, donde llevan más de 50 años así. Una historia de supervivencia sobre el calvario de este hombre, una especie de pelele que se encuentra entre la espada y la pared, zarandeado por guerrilleros y ejército gubernamental, que lo ven siempre del lado del enemigo, haga lo que haga, da igual, cuando lo único que trata es de sobrevivir y luchar por su familia. Un paradigma de cualquier otro daño colateral del que nadie se responsabiliza.

Me encantó el arranque, el monólogo inicial que resume toda una vida de penurias del protagonista, y la siguiente escena en la que fuera de campo de una imagen centrada en un idílico paisaje se oyen los gritos desgarradores de una madre de parto a la que arrebatan su bebé a la fuerza y los de un combate entre dos bandos, antes de ponerse a desarrollar la casi kafkiana historia de un personaje en medio de la vorágine, que allí se encuentra sin comerlo ni beberlo, sin tener conciencia de que está en el mismo vórtice de ultraviolentas disputas políticas por el poder.

Ahora algo de sabiduría ajena que seguro nos ayuda de la mejor manera posible a tratar de conseguir nuestros propósitos, comenzando por una frase del propio director del film sobre asuntos que se tratan en él:

 - "Es una historia singular y, al mismo tiempo, universal; vivamos donde vivamos, creemos que nos dirigen personas que aparentan controlarlo todo, pero la verdad suele ser mucho más compleja".  (Miguel Courtois).

 - "El que emplea demasiado tiempo en viajar acaba por tornarse extranjero en su propio país".  (René Descartes).

Justo lo que le pasa al protagonista, un casi perpetuo desplazado, un sospechoso extraño en todas partes, obligado a viajar constantemente por las circunstancias y para tratar de sobrevivir.

 - "Todas las familias felices se parecen unas a otras; pero cada familia infeliz tiene un motivo especial para sentirse desgraciada".  (León Tolstoi).

 - "No hay ningún hombre absolutamente libre. Es esclavo de la riqueza, o de la fortuna, o de las leyes, o bien el pueblo le impide obrar con arreglo a su exclusiva voluntad".  (Eurípides).

 - "Obra de modo que merezcas a tu propio juicio y a juicio de los demás la eternidad, que te hagas insustituible, que no merezcas morir".  (Miguel de Unamuno).

Besos y abrazos,

Don.

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Galimatías matutino

(Martes, 7 de noviembre de 2006)

¡Buenos días!

Pues justo lo contrario del título es lo que se vive a la vera del Arlanzón, en estos días de serenidad y placidez otoñal; hoy con nubes, sin lluvia, y algo más de fresco, pero siempre calmados y tranquilos, entendiendo perfectamente todo lo que nos dice la ribera sin mediar palabra.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "GAL", de Miguel Courtois, y con José García y Natalia Verbeke. Film que recrea la investigación periodística que desveló la sucia trama antiterrorista de los GAL contra ETA (tan terroristas los unos como los otros) durante los años 80, con implicaciones estatales. No me gustó demasiado, al contrario que la muy buena anterior película de este director, "El lobo" (ver más abajo matutino que escribí en su día), sobre un topo que se infiltró en ETA en los años 70, y especie de antecedente de esta "GAL".

Bueno, para intentar descifrar los galimatías vitales, nada como un poquito de sabiduría ajena, que podría perfectamente comenzar por las del matutino de ayer:

 - "Buscar la unanimidad por la violencia es labor baldía".  (Pío Baroja).

 - "La violencia no deja de tener cierto parentesco con el miedo".  (Arturo Graf).

 - "La violencia crea más problemas sociales que los que resuelve y, por tanto, no conduce nunca a una paz permanente".  (Martin Luther King).

 - "Sobre todo sé bueno; la bondad, más que ninguna otra cosa, es lo que mejor desarma a los hombres".  (Anónimo).

 - "La excesiva bondad merma la autoridad; la severidad merma el amor".  (Tácito).

 - "Lo que transtorna la mente humana no son los acontecimientos, sino su manera de evaluarlos".  (Epicteto).

 - "Cuando dos puntos de vista erróneos se expresan con igual intensidad, la verdad no se encuentra necesariamente a medio camino entre ambos. Es posible que uno de ellos sea simplemente erróneo".  (Richard Dawkins).

 - "El problema en el mundo está en que los idiotas se sienten seguros de sí mismos; y los sensatos, llenos de dudas".  (Bertrand Russell).

Besos y abrazos,

Don.

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Aullidos matutinos en la neblina

(Viernes, 19 de noviembre de 2004)

¡Buenos días!

La mañana de hoy invita a ello, pues no nos ha abandonado desde ayer por la mañana la fría manta de nieblas y neblinas, dando al paisaje un maravilloso efecto fantasmagórico, y contradiciendo el refrán ese que dice: "mañanitas de niebla, tarde de paseo". ¿Se volverá a contradecir hoy también el refrán?

Este misterio neblinoso, al igual que el de la noche, pues aquel no es más que éste en formato ligero, de verdad que invita a aullar cual lobo estepario, quiero decir mesetario, que estamos en Burgos y es casi lo mismo, y a pasear la soledad (aunque no haga sol por la tarde) camuflado por el borroso anonimato que nos proporciona una buena niebla.

Con estas pastosas brumas me encaminé en sigilo y al acecho hacia el cine ayer por la tarde a ver otra película. Se trató de la producción hispano-francesa de "El Lobo", de Miguel Courtois, y con Eduardo Noriega, José Coronado, Mélanie Dontey, Santiago Ramos, Silvia Abascal, Patrick Bruel, y Jorge Sanz. Muy buena película, basada en hechos reales, sobre un topo que se infiltró en ETA allá por los últimos años del franquismo. También nos habla de la gente que como "El Lobo" está a caballo entre dos mundos, y no pertenece a ninguno de los dos.

Pues para ayudar a disipar las neblinas neuronales que de cuando en cuando puedan invadirnos, nada como un poquito de sabiduría ajena a modo de viento refrescante que nos airee las entendederas:

 - "Una vez terminado el juego, el rey y el peón vuelven a la misma caja".  (Proverbio italiano).

 - "Enemistad entre parientes, se pasa a los descendientes".  (refrán).

 - "Si de una discusión pudiera salir la menor verdad, se discutiría menos".  (Jules Renard).

 - "Quien frente al interés se inclina por la justicia o frente al peligro ofrece su propia vida valientemente y que todavía después de mucho tiempo no olvida las promesas hechas en su juventud, puede considerarse un hombre bueno".  (Confucio).

Besos y abrazos,

Don.
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