¡Buenos días!
No, no es que vaya a invalidar este viaje que ahora mismo comienza, sino que cada mañana que lo inicio termino por darle la vuelta completa para quedarme en el mismo punto de cara al siguiente, y vuelta a empezar un día tras otro cada vez que escribo estos matutinos. Por lo demás, a este delicioso otoño que siempre me viene como anillo al dedo, que es mi estación preferida y con la que mejor encajo por varios motivos, no se le caen los anillos por tener que despedirse de nosotros para dejar paso al esperado invierno el próximo viernes a eso del mediodía, cuando cruce el umbral del solsticio de invierno, sin bajar la cabeza lo más mínimo, que estos ciclos estacionales acaban por volver siempre al mismo punto una vez dada la vuelta completa al círculo.
Este fin de semana estuve, como bien sabéis, acudiendo a la cita de una de mis más grandes aficiones, el cine, viendo "El hobbit: un viaje inesperado" ("The hobbit: an unexpected journey"), de Peter Jackson, y con Martin Freeman, Ian McKellen, y Richard Armitage. De este director había visto anteriormente la trilogía de "El señor de los anillos" (años 2001, 2002, 2003), "King Kong" (2005), y "The lovely bones" (2009).
Esta precuela de "El señor de los anillos", que es también una adaptación cinematográfica (subdividida en otra trilogía) de otra obra de J.R.R. Tolkien, nos traslada 60 años antes a la Tierra Media, donde un acomodado hobbit se ve incitado por un mago a embarcarse en una aventura junto a un grupo de enanos para tratar de recuperar el antiguo reino de estos, arrebatado por un temible dragón, para lo que tendrán que atravesar, enfrentándose a innumerables peligros, las tierras de trolls, trasgos, orcos y elfos, hasta que nuestro protagonista encuentre por el camino el dichoso anillo.
Esta película la vi en 3D y a 48 fotogramas por segundo (lo normal en el cine son 24), lo que parece una novedad que da mayor realismo a lo que se ve. Espectaculares paisajes, tanto reales como recreados por ordenador, y en general todos sus efectos especiales. Pero añadido a su desmedida duración, la visión de esta película me pareció más de lo mismo de la anterior trilogía (constante run-run de déjà-vu), una rutinaria historia de aventuras fantásticas para pasar un rato entretenido, sin más, de factura técnica apabullante, eso sí, con demasiada épica para mi gusto (me saturo a la mínima). Y lo grave es que habrá más, que de un libro bastante magro (en relación al ladrillo de "El señor de los anillos"), se vuelve a sacar otra trilogía ... un sacacuartos más para obnubilados fans (que el 3D, con sus gafitas, lo encarece todo).
Bueno, pues terminamos este viaje con otra de mis aficiones, las esperadas citas de sabiduría ajena:
- "Un viaje de mil millas debe comenzar con un solo paso". (Lao Tzu).
- "Si no esperas lo inesperado no lo reconocerás cuando llegue". (Heráclito de Éfeso).
- "Aunque se perdieron los anillos, aquí quedaron los dedillos". (refrán).
- "Si eres yunque, aguanta; si eres mazo, aplasta". (refrán).
- "No creo en la casualidad ni en la necesidad: mi voluntad es el destino". (John Milton).
Besos y abrazos,
_____
No hay comentarios:
Publicar un comentario