miércoles, 5 de diciembre de 2012

Capitalizando los matutinos

¡Buenos días!

Eso espero cada mañana a poco interés que le pongáis en leerlos, que la suma de ellos mismos y sus intereses me renten, y os renten, grandes beneficios emocionales, con los que jamás se podrá especular (en su sentido mercantilista), que están a libre disposición, pero que espero os induzcan a especular (en su sentido reflexivo y meditabundo). Por lo demás, el otoño sigue capitalizándose, a su natural ritmo nada forzado, antes de que sea liquidado en aras del inminente invierno que tratará de congelar nuestros capitales anímicos adquiridos con tesón vital ... vano intento año tras año, que sus réditos, cual rescoldos, pervivirán hasta la siguiente estación en la que crecerán nuevos brotes ... no necesariamente verdes.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "El capital" ("Le capital"), de Costa Gavras, y con Gad Elmaleh, Gabriel Byrne, Natacha Régnier, Céline Sallette, y Liya Kebede. De este veteranísimo director francés de origen griego, que nació en Arcadia, Grecia, sólo había visto dos de sus anteriores films, ambos espléndidos: la famosísima "Desaparecido" ("Missing", 1981), y su penúltima hasta ahora, "Arcadia" ("Le couperet", 2005), cuyo matutino podéis ver más abajo.

Un empleado de un poderoso banco, mano derecha del presidente, debido a un percance de salud de éste, accede inesperadamente, y ante la sorpresa del resto de tiburones, a la presidencia. Parece una solución provisional y desechable en cuanto cambien las circunstancias, pero dejándose utilizar por unos y esquivando a los otros, va logrando consolidarse, y elevar al banco, todavía más si cabe, al éxito financiero, a costa de todo (material y moralmente hablando).

Un thriller sobre finanzas, una especie de fábula amoral, con alguna que otra nota de ácido humor, sobre un tipo cínico, algo nihilista y que tiene ciertas dudas éticas, pero que su conciencia acalla, humillada ante el poder y el magnetismo del dinero, que tira de uno hasta hacerle traspasar cualquier frontera. Reflexiona sobre el mercado, la especulación y el dinero, especie de tamagochi al que hay que mimar "full time" para que nos dé quien sabe qué y no se volatilice, persiguiendo ávidamente el interés propio fuera de toda regla. Es una especie de dios inmisericorde al que todos adoran (la nueva religión), de dictador totalitario que a todos sojuzga. Y sus súbditos una especie de secta, de mafia legal ... porque corren más que la regulación, escapando casi siempre a ella, y cuando no, la corrompen (a sus actores: políticos, funcionarios, ...). Buena película, pero a la que le falta en general bastante garra. Podría haberse hecho algo mejor con estos mimbres, según mi parecer.

Bueno, ahora espero que capitalicéis a buen interés estas citas de sabiduría ajena, que espero os interesen:

- "El banquero es un señor que nos presta un paraguas cuando hace sol y nos lo exige en cuanto empieza a llover". (Mark Twain).

 - "El oro circula porque tiene valor, pero el papel moneda tiene valor porque circula".  (Karl Marx).

- "El dinero es una nueva forma de esclavitud, que tan solo se distingue de la antigua por el hecho de que es impersonal, de que no existe una relación humana entre amo y esclavo". (León Tolstoi).

 - "La bancarrota es algo grandioso: es el abismo inmenso y sin fondo en el que se sumergen y desaparecen todas las falsedades, públicas y privadas". (Thomas Carlyle).

 - "El capital no es un mal en sí mismo. El mal radica en su mal uso".  (Mahatma Gandhi).

Besos y abrazos,

Don.

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Matutina Arcadia
(Jueves, 10 de noviembre de 2005)

¡Buenos días!

Se da por sentado, es redundante, pues la ribera, al menos para mí, es siempre el reino de Arcadia, hedónico paraíso de inocencia y felicidad, anhelo de los poetas bucólico-pastoriles del renacimiento; y en estos días de pletórico otoño me lo pone todavía más fácil si cabe. Ni siquiera el ventarrón norteño me enfría mis ensoñaciones de andar retozando con hadas y ninfas por entre la áurea hojarasca, la de arriba y la de abajo, pues mi imaginación vuela o rastrea según el caso.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Arcadia" ("Le couperet"), irónico título en español, de Constantin Costa Gavras, y con José García y Karin Viard. Como pasaba en la película que os glosaba antes de ayer, la de Woody Allen, se trata de un cuento amoral sobre un parado de lujo (es un alto ejecutivo) y de lo que la desesperación le lleva a hacer para conseguir trabajar de nuevo. Sin la radicalidad de la historia fílmica, pero esas cosas ya se hacen en este deshumanizado mundo en proceso de deslocalización empresarial y globalización sin medida. Estupenda película, incomoda de ver para algunos, por lo que cuenta, aunque con unos pocos y reconfortantes toques de humor (humor negro, la mayoría) y que os hará remover algo vuestras conciencias.

Para bajarnos un poco de las nubes arcadias, nada como un poquito de sabiduría ajena que nos haga tomar algo de contacto con la realidad:

 - "En nuestro mundo ha pasado reiteradamente que cualquier viejo error, reconocido como tal y, en consecuencia, abandonado, al volver a entrar en juego al cabo de cierto tiempo, se acogió como una excelente y novísima verdad".  (Arturo Graf).

 - "Sustituyamos sabiamente a la esperanza de mañana el recuerdo de ayer, y veamos si tenemos razón en decir a propósito de todo: ¡cosas de este país!".  (Mariano José de Larra).

 ... o ¡cosas de este mundo! ...

 - "Si no eres parte de la solución, ... eres parte del problema".  (Les Luthiers).

 - "Del atrevido nace el arrepentido".  (refrán).

Desde luego, en los cuentos amorales esto no sucede ...

Besos y abrazos,

Don.
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