martes, 4 de diciembre de 2012

Hasta que nos veamos en el próximo matutino

¡Buenos días!

Pues hasta que eso suceda tendréis de momento que contentaros con leer éste que ahora toca ... y quiere ser tocado. Y este otoño, al que ya le va quedando menos para que se despida de nosotros hasta la próxima, sigue dulcificando sus temperaturas tras pasados días de hosquedades térmicas, como si nos desplazásemos hacia el sur ... ¡bienvenido este amoroso calorcito! ...

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Hasta la vista" ("Hasta la vista"), de Geoffrey Enthoven, y con Robrecht Vanden Thoren, Gilles de Schrijver, Tom Audenaert, e Isabelle de Hertogh. Este film belga, basado en un hecho real, y que es el primero que veo de este director, ha ganado premios en diversos festivales. Hace años vi otro de esa nacionalidad, espléndido, y que os recomiendo: "La memoria del asesino" ("De zaak alzheimer", 2003), de Erik van Looy, y cuyo matutino podéis ver más abajo.

Tres amigos veinteañeros belgas, uno con parálisis cerebral, el otro en silla de ruedas por un cáncer terminal, y el tercero ciego, se pierden por el vino y las mujeres. Son buenos catadores, pero vírgenes en el sexo. Con el pretexto de una ruta enológica por Francia y España, pretenden ir a un lupanar de lujo especializado en clientes como ellos que se encuentra en el sur de España. Engañando a sus padres, se embarcarán en su aventura a bordo de una furgoneta preparada para ellos y conducida por una peculiar enfermera a la que contratan.

Una buena película, una road movie en la que estos personajes van conociendose a sí mismos y comprendiendo al otro, incluso aunque hable otra lengua, empatizando con él; las más veces amarga, pero con cierto regustillo dulce al final y con necesarias dosis de humor. Todos necesitamos ternura, afecto, comprensión, amor y sexo; y todos somos más o menos discapacitados en uno u otro sentido, con nuestras limitaciones y debilidades características. Este film es muy similar a otro francés que vi hace años, "Nacional 7" ("Nationale 7", 2000), de Jean Pierre Sinapi, y cuyo matutino también podéis ver más abajo.

Ahora, antes de la despedida, ahí va otro sorbito de sabiduría ajena:

 - "Viajar y cambiar de lugar dan nuevo vigor a la mente".  (Séneca).

 - "Si hay un secreto del buen éxito reside en la capacidad para apreciar el punto de vista del prójimo y ver las cosas desde ese punto de vista así como del propio".  (Henry Ford).

 - "Nadie sabe de lo que es capaz hasta que lo intenta".  (Publio Siro).

 - "No satisfagáis jamás hasta la saciedad vuestros deseos; así os proporcionaréis placeres nuevos".  (Proverbio chino).

 - "Si me resisto tanto al amor, sólo me he resistido realmente en el fondo, es porque sé que si estuviera ante él en camisón me dejaría hasta sin camisa".  (Bertolt Brecht).

 - "El viaje, no el poder llegar, es lo que importa".  (T.S. Elliot).

Y hasta aquí hemos llegado. Besos y abrazos,

Don.

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La memoria de un matutino
(Jueves, 30 de junio de 2005)

¡Buenos días!

¿Tienen los matutinos memoria? ... ¿Recuerdan como eran en sus comienzos? ... ¿Tienen conciencia de lo que son? ... algo habrá, pues van evolucionando inadvertidamente y tienen mucha tendencia inercial a mantener su estructura, aunque ésta no se parezca mucho a la de sus orígenes de hace varios años. De todas formas, no me vendría mal consultar la "matutinoteca".

Otra esplendorosa mañanita primaveral en pleno verano, pues es cálida y fresca a la vez, pareciendo no recordar el deliciosamente envolvente calorcito de pasados días en la ribera (agobiante calor allende el sur, supongo), pero los rompedores de amnesia climática, los meteorólogos, nos anuncian otra deseada vuelta al calorcito sin mesura, pero sin agobios, a la vera del Arlanzón, a pesar de que el clima de hoy también sea perfectamente deseable y delicioso.

Antes de ayer por la tarde, que ayer fue fiesta aquí, estuve en el cine viendo la muy buena, estupendísima película belga "La memoria del asesino" ("De zaak alzheimer"), de Erik van Looy, y con Jan Decleir y Koen de Bow. Estupendas, la historia, la fotografía y la banda sonora.

Trata de un asesino profesional, ya bastante mayor, que padece de alzheimer, y que es contratado por ciertas personas muy influyentes. Empieza a ejecutar su trabajo, y al poco, debido a cierto incidente, decide rebelarse contra sus contratadores y por conciencia ética empieza a ir liquidándolos a todos, conforme va consiguiendo información sobre ellos. Va dejando un reguero de cadáveres que la policía judicial no consigue descifrar, pero decide echarles un cable para que intenten cazar a los depravados, por si su enfermedad termina por impedírselo, ya que aunque es un perfecto profesional y estratega, se encuentra con el problema de su incipiente y galopante enfermedad de alzheimer.

Insisto, estupenda película que os recomiendo, de la que he leído que los gringos quieren hacer un remake ... con lo buena que es ésta, difícil que hagan nada bueno ... eso sí, muy comercial y llena de superestrellas, para regodeo del "gran público". Pero aunque os parezca raro, esta película belga tiene unas grandísimas dosis de intriga y acción, además de una densa carga de profundidad, en la que se trata, entre otras cosas, de la ambigüedad entre el bien y el mal, de sus muy difusas fronteras. Ni los polis son totalmente buenos, ni el asesino totalmente malo.

Me recordó detalles de otras excelentes películas, como "Memento", "L.A. Confidential", "El alquimista impaciente", ...

Pues para no olvidarnos de la sabiduría ajena, ahí van unas poquitas citas:

 - "Y se me escapa la vida, ganando velocidad como piedra en su caída".  (Guillén).

 - "Tener la conciencia limpia es síntoma de mala memoria".  (Les Luthiers).

 - "No guardes nunca en la cabeza aquello que te quepa en el bolsillo".  (Albert Einstein).

 - "Cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen pierden el respeto".  (Georg Christoph Lichtenberg).

 - "Cuando veas un gigante, examina antes la posición del sol, no vaya a ser la sombra de un pigmeo".  (Von Hardenberg),

Besos y abrazos,

Don.

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Matutino de soleados anhelos
(Lunes, 15 de enero de 2001)

¡Buenos días!

Así como en este fin de semana en Madrid ha comenzado a hacer unos deliciosos días de soleado y suave invierno; aquí, a la vera del Arlanzón seguimos con grises y tristones días, cual si estuvieramos colgados de la cornisa cantábrica, con sus casi inagotables días de densas nubes escurriendo, con dificultad, por los celestes cauces.

No sabéis lo que he agradecido este fin de semana los tibios y susurrantes rayos de sol sobre mi enmohecida piel, de tanto ser regada por inagotables días de lluvia. A veces añoro esos días de playa, sesteando a la sombra vespertina (que el sol por entonces castiga sin pudor), reconfortado por el suave calor de un verano poco aguerrido (lo que debe de estar sucediendo ahorita mismo en las Canarias). El caso es que soy poco playero, pero tras tantos días sin mi ración diaria de energía pura, sin intermediarios, de esa que el sol nos da gratis (o no tanto), termino por anhelarla (si os fijáis, jugando con la palabra, parece la antítesis del frío).

Pues ayer estuve viendo "Nacional 7" ("Nationale 7"), de Jean Pierre Sinapi, película francesa que gano el premio del público en el pasado Festival de Cine de San Sebastián. Me gustó, básicamente por lo último que vengo resaltando de las pelis, por su crítica social a la hipocresía y al papanatismo. Está basada en un caso real, y el tema es poco corriente, la vida de varios personajes en una residencia de minusválidos, y parece que vas a sufrir viéndola, pero el tema y la crítica se suavizan con el bálsamo de la comedia, que casi ayuda a hacer más aceradas las críticas. También viene a decirnos que todos, válidos y minusválidos, necesitamos de la comprensión, del amor, ... y del sexo: tema este último que es parte esencial de la trama.

Pues dado que me volví a extender mucho, y estamos todavía en el adormeciente y adormecido lunes, hoy obvio las citas ajenas. Besos y abrazos,

Don.
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