miércoles, 7 de enero de 2009

El quid de los matutinos

¡Buenos días!

Como ya sabemos, la esencia, la razón de estos matutinos es la que se destila de la meterología, la cinefilia y la sabiduría ajena. Al respecto de lo primero, a mi vuelta a la ribera del Arlanzón me he encontrado un desapacible día de invierno paradigmático, con temperaturas que al mediodía aún no superaban los 0ºC, viento taladrante del norte, nublado y con frío sol de invierno a ratos, y timidas nevadas que van y vienen pero que desde anoche hasta ahora nos han dejado un dedo de nívea espesura por doquier.

Antes de ayer por la noche, mientras hacía tiempo para que los Reyes Magos me dejaran sus regalos, estuve en el cine viendo "La cuestión humana" ("La question humaine"), de Nicolas Klotz, y con Mathieu Amalric. Se nos presenta a un psicólogo del departamento de recursos humanos de una gran multinacional de tecnología punta cuya labor consiste en seleccionar jóvenes directivos a través de muy particulares métodos: "raves" (delirantes fiestas) y juegos de rol que llevan a los candidatos a situaciones extremas para evaluar sus capacidades y flaquezas. Al poco, uno de los directivos le encarga que investigue a un director general del que creen que tiene alteradas sus facultades mentales, mientras trata de continuar con su trabajo y vida privada habituales. A medida que avanza su investigación se irá sumergiendo en nuevos e inesperados descubrimientos, a la par que se va descubriendo a sí mismo y sus propias debilidades, continuando más allá, por su cuenta, de lo que le encomendaron averiguar.

Una película muy buena, difícil, fría, bastante árida y de algo inaccesible comprensión. Una especie de thriller de investigación en el que se analiza y disecciona sin compasión todo ese mundo de selecciones de personal, ajustes de plantilla, reconversiones. También a los seleccionadores y sus directivos, con los mismos defectos o más que los seleccionados y por los que estos son eliminados de la selección o son los elegidos para los reajustes de plantilla. Además se pone en solfa ese eufemístico lenguaje de las grandes corporaciones de la despiadada economía neoliberal, al que se compara con el de la época nazi en relación al holocausto (en ambos se elimina y eliminaba personal "indeseable"). Tiene también una pequeña referencia a los inmigrantes ilegales y a cierto producto de tecnología punta que fabrica la empresa, todo ello en la misma dirección de la deshumanización y compartimentación social.

Ahora, para tratar de dar con el quid de las numerosas cuestiones que se nos van planteando a lo largo de nuestra vida, nada como un poquito de sabiduría ajena:

- "Juzgar a los demás es un trabajo estéril". (Tomás de Kempis).

- "El capital no está solamente en el trabajo manual; la inteligencia es un capital y el celo también". (August Strindberg).

- "El trabajo hecho con buena voluntad deja en el que lo ejecuta un margen de libertad". (André Maurois).

- "Proteger el trabajo es enjugar lágrimas, consolar dolores, arrancar víctimas al vicio, al crimen y a la muerte". (Concepción Arenal).

- "Se exige demasiada capacidad para los empleos modestos, y demasiado poca para los importantes". (Madame de Genlis).

- "Lo difícil es ganar miles honradamente. Los millones se amontonan sin trabajo". (Nicolai V. Gogol).

- "Recesión es cuando tu vecino se queda sin empleo; depresión es cuando lo pierdes tú". (Ronald Reagan).

- "Cuando el género humano es herido por una grave locura colectiva, por el hecho de ser común y universal no es advertida ni recibida como locura". (Giovanni Papini).

- "Si los hombres no son fieras es porque son más fieros". (Baltasar Gracián).

Besos y abrazos,

Don.
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