jueves, 15 de febrero de 2024

Matutino a toda máquina

¡Buenos días!

A la carrera, a toda pastilla, espero que no desenfrenadamente, me pongo al volante de otro de mis matutinos nada más amanecer, con sol y nubes, y temperaturas impropiamente cálidas para estar en invierno (11ºC), en una jornada en la que llegaremos a una máxima prevista de 15ºC y es bastante probable que haya lluvia vespertina. Matutino que espero no se alargue hasta la tarde, que sea corto cual breve esprint, de muchas menos de 24 horas de mis manos aporreando el teclado, sin superar las mil palabras, para no llegar a los besos y abrazos tan extenuados como para acabar rotos y descompuestos a la bandera a cuadros de hoy.

Antes de ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Ferrari" (2023), de Michael Mann, basada en el libro "Enzo Ferrari: The man and the machine" de Brock Yates, y con Adam Driver, Penélope Cruz, Shailene Woodley, y Sarah Gadon. De este director había visto seis de sus anteriores películas: "Enemigos públicos" ("Public enemies", 2009), "Corrupción en Miami" ("Miami vice", 2006), "Collateral" (2004), Ali (2001), "El dilema" ("The insider", 1999), "El último mohicano" ("The last of the mohicans", 1992).

En el año 1957 el ex piloto de carreras Enzo Ferrari está en crisis, pues la quiebra amenaza a la empresa que él y su esposa crearon diez años atrás, y porque su turbulento matrimonio hace tiempo que no carbura, muy especialmente desde que el año anterior el único hijo de la pareja falleciera por enfermedad. Él se refugiará de esto con la amante secreta (para su mujer, que no para el resto de sus convecinos), con la que tiempo atrás tuvo otro hijo, a la par que tomará decisiones arriesgadas para tratar de salvar su empresa, apostándolo todo para volver a ganar con sus bólidos en una prestigiosa (y peligrosísima) carrera por las rutas italianas a lo largo de mil millas, la Mille Miglia.

Película ramploncilla (nota: 4) que, más que biográfica, pues solo abarca un brevísimo período de la vida del protagonista, es un melodrama familiar y sentimental muy difuminado y desvaído, sobre todo debido a como está narrada esta historia, convencional y deslavazadamente, aunque hacia el final, gracias en parte a la emocionante y trágica carrera de Mille Miglia, mejoró un poco, pero no lo suficiente como para lograr salir de su mediocridad general, salvando los aspectos técnicos y, si acaso, la buena actuación de Penélope Cruz.

Ahora, enfilando la recta final, ya se ven al fondo unas citas de sabiduría ajena, hoy todas del protagonista de la película hoy glosada:

 - "Elijo a los pilotos como resultado de las emociones que siento, no de un razonamiento frío".  (Enzo Ferrari).

 - "Cuando muere un piloto, al menos dos mujeres se desmayan".  (Enzo Ferrari).

 - "Los motores son como las mujeres: hay que saber tocarlos en las partes más sensibles".  (Enzo Ferrari).

 - "¿Sexo? A cierta edad, se convierte en un trastorno".  (Enzo Ferrari).

 - "El coche es una expresión de libertad, y el riesgo que corremos de matarnos es demasiado. Al fin y al cabo, hay dos formas clásicas de morir: por hambre y por indigestión".  (Enzo Ferrari).

 - "El coche de carreras perfecto es el que se descompone justo después de la línea de meta".  (Enzo Ferrari).

Besos y abrazos,

Don.

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