jueves, 21 de julio de 2022

Matutino regocijo en la despedida

¡Buenos días!

Pues claro que sí, y mucho más sabiendo que no será para siempre, que mañana mismo o en pocos días volverá otro de mis matutinos, uno nuevo, tras la besucona y abrazadora despedida de este del que ahora disfrutamos de su presencia ante nosotros. Y a la que sí me gustaría enormemente despedir para siempre con el mayor de mis júbilos sería a esta tórrida canícula que nos abrasa y que no nos deja ni a sol ni a sombra... ¡menudo verano llevamos!, como en esta jornada en la que se prevén por los madriles 39ºC de máxima.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo una de animación japonesa, una de anime. Se trató de "¡Hasta siempre, Don Glees!" ("Gubbai, Don Gurîzu!", 2021), de Atsuko Ishizuka. Es el primer largo que veo de los de esta directora nipona.

Un adolescente que no encaja con sus compañeros de instituto de una pequeña localidad rural, y su mejor amigo, otro inadaptado y además empollón, forman un grupo que se hace llamar "Don Glees". El primero espera que su relación se mantenga a pesar de que el próximo curso el otro tenga que trasladarse a estudiar a Tokio el bachillerato. Llegan las vacaciones de verano, y ambos se disponen a disfrutarlas antes de separarse. Al grupo se agrega otro chaval recién regresado después de vivir varios años con su familia en Islandia, y que tampoco encaja con la mayoría. Durante unas fiestas, en las que compran petardos y un dron con cámara para divertirse, se declara un incendio y pierden su aparato volador. Temiendo que les echen la culpa del incendio se embarcan en la aventura de recuperar el dron extraviado en lo más profundo del bosque para así poder demostrar con las imágenes que hubiera grabado que eran inocentes.

Muy buena película (nota: 7), de estupenda técnica de animación y espléndidos fondos, divertida y entretenida, sensible a ratos, que empezó no gustándome mucho, pero que poco a poco me fue ganando, a pesar de algunos lugares comunes del anime para adolescentes que no me suelen gustar, pocos en cualquier caso. Historia de amistad y personas que te dejan huella, con cierto toque de realismo mágico, que nos habla de muchas cosas interesantes mediante la aventura de la búsqueda de un tesoro... podría ser el dron perdido o cualquier otro deseo extrínseco o intrínseco, en definitiva, la aventura de vivir, de crecer, en la que más importa el camino recorrido que el final del trayecto, y de seguir adelante no importa lo que nos vaya sucediendo, lo que nos irá transformando por dentro.

Pues ahora, antes de despedirme, no definitivamente como antes dije, me alegra dejaros estas citas de sabiduría ajena, buen bagaje que acoplar a nuestra mochila para aligerar nuestro continuo devenir:

 - "Un padre es un tesoro, un hermano es un consuelo: un amigo es ambos".  (Benjamin Franklin).

 - "Ser independiente de la opinión pública es la primera condición formal para lograr algo grande".  (Friedrich Hegel).

 - "Tienes más cualidades de lo que tú mismo crees; pero para saber si son de oro bueno las monedas, hay que hacerlas rodar, hacerlas circular. Gasta tu tesoro".  (Gregorio Marañón).

 - "Podemos decir que estamos realmente vivos, solamente en esos momentos en que nuestros corazones son conscientes de nuestros tesoros".  (Thornton Wilder).

 - "Un corazón se rompe más silenciosamente que un vaso de vidrio, no causa el estruendo con que se despide de la vida un objeto precioso: se va en silencio y deja silencio al desaparecer, deja estupefacción porque no solo ya no es lo que era, sino que ya no es lo que iba a ser".  (Rosa Chacel).

Besos y abrazos,

Don.

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