martes, 19 de julio de 2022

Cochino matutino algo perdido

¡Buenos días!

Lo aseo rápidamente quitándole las legañas y poco más y lo dejo en un pispás presto para pasar revista. Ya limpito, le encauzo hacia la salida, no se me vaya a perder antes de salir por ahí al tiempo que el sol lo hace por el horizonte, sol hoy algo menos inclemente que en pasados días, ya que la máxima prevista por los madriles será de 35ºC. No os pongáis a retozar por ahí de alegría, cual gorrinos en un lodazal, que me huelo, hozando por entre las previsiones meteorológicas, que este levísimo alivio térmico será cosa de un solo día.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Pig" (2021), de Michael Sarnoski, y con Nicolas Cage, Alex Wolff y Adam Arkin. Es el primer largo de este director.

Un tipo desaliñado, taciturno, hosco y misántropo, vive en una aislada cabaña en medio de un bosque de Oregón, lejos de todo y de todos, solo junto con su querida cerda, con la que busca trufas que luego vende a un tratante para ganarse la vida. Una noche, irrumpen en su cabaña, le golpean duramente y le roban el animal. Decidido a recuperarla va siguiendo las pistas, que le acaban por llevar a la ciudad de Portland, donde deberá enfrentarse a su doloroso pasado, del que huyó, dejándolo todo atrás, hace quince años, incapaz de asumir la pérdida.

Buena película (nota: 6), que sin embargo no me entusiasmó, aunque vi con agrado a pesar de algún momento que me chirrió, de ritmo pausado y con muy buenas maneras formales para mi gusto. Está contada en tres capítulos, especie de menú en tres platos sin postre (se sobreentiende dulce). Mientras el herido protagonista (en cuerpo literalmente, y en alma) se sumerge en el submundo del tráfico de trufas, y deja deslizar cierta crítica a las ínfulas de la alta cocina, más preocupada muchas veces por las apariencias casi esotéricas que por el buen hacer cocinero, la simple esencia de esto, que nos restaura tanto cuerpo como espíritu y nos evoca pasados momentos de felicidad, en realidad de lo que nos habla es de pérdida (no tanto de la económica, una nimiedad, como de la afectiva) y su adecuado duelo, y de cómo asumirlos reposadamente, como el que paladea un exquisito plato.

Llegamos al postre de este matutino, no necesariamente dulce, según las modernas tendencias culinarias, con estas citas a modo de pinchos de los que ir picoteando según nuestro particular gusto:

 - "Todo es bello o tiene su belleza. Hay que hablar de un cerdo como de una flor".  (Jules Renard).

 - "Uno puede encontrar cosas bellas y transformadoras incluso en las más insignificantes, como la comida exprés".  (Ritesh Batra).

 - "El placer de la mesa es para todas las edades, condiciones, paises, y para todos los días; puede asociarse a los demás placeres, quedándose el último para poder consolarnos de la pérdida de los otros".  (Jean Anthelme Brillat Savarin).

 - "Los hombres sabios no se entretienen jamás en deplorar sus pérdidas, sino que buscan con ánimo alegre reparar los golpes de la mala fortuna".  (William Shakespeare).

Besos y abrazos,

Don.

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