¡Buenos días!
Tampoco es que se las contengan, más bien el caso es que no suele haber necesidad de tal cosa ni ser este el lugar idóneo para ello, aunque si acaso podrían estar debidas a alguna risa estentórea o emoción desbocada alejada de cualquier pena. Por lo demás, la meteorología de hoy tampoco es que las favorezca, pues aunque nos hemos despertado con alguna nube velando el sol, estas no creo que vayan a precipitarse, a precipitar, quería decir, gota alguna, que el sol puede hoy más, haciendo que las máximas se nos vayan incluso algo más allá de los 15ºC, según lo previsto.
Este fin de semana estuve en el cine viendo "Yo nunca lloro" ("Jak najdalej stad", 2020), de Piotr Domalewski, y con Zofia Stafiej, Kinga Preis, y Arek Jakubik. Es el segundo largo, y primero que veo, de este director polaco.
Una joven de 17 años vive con su madre y su hermano minusválido. Su padre lleva muchos años trabajando en Irlanda y apenas le conoce. Es una joven contestataria y cabreada con el mundo, mucho más desde que acaban de suspenderla por cuarta vez en el examen de conducir y no tendrá el coche que le prometió su padre si aprobaba. Ese mismo día alguien llama desde Irlanda para comunicarles que éste ha muerto en un accidente laboral, así que su madre conmina a su hija, dado que es la única que sabe inglés, aunque no está muy por la labor, a ir allí a hacer lo que sea menester para repatriar el cadáver y poder enterrarlo en su pueblo, mientras además trata de averiguar si tenía el dinero ahorrado para su coche.
Muy buena película (nota: 7), que me gustó por el tono de la narración, esta historia que a la par que nos retrata de trasfondo la vida de los emigrantes nos va mostrando el proceso de conocimiento del padre ausente y el de aprendizaje y maduración personal de la joven protagonista, para así poder encajar finalmente el duelo, que ha de buscarse las mañas para ir consiguiendo lo que le encomendaron, y lo que se propone según sus egoístas deseos.
Pues antes de que empecéis a llorarme por ellas, ahí os dejo unas citas de sabiduría ajena antes de deciros adiós:
- "Me gustaría suprimir las pompas fúnebres. Hay que llorar cuando los hombres nacen y no cuando mueren". (Montesquieu).
- "El llanto es a veces el modo de expresar las cosas que no pueden decirse con palabras". (Concepción Arenal).
- "Es sincero el dolor del que llora en secreto". (Marcial).
Besos y abrazos,
Don.
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