martes, 18 de enero de 2022

Matutino alter ego

¡Buenos días!

Vuelvo, como cada mañana que se tercia, a adoptar mi identidad matutina, más o menos diferente de la que tengo allende ellos, según se bambolea mi mente al albur de sus antojos cinéfilos. Por lo demás, este invierno lleva ya bastantes días inalterado, dándonos la misma cara, sin tapujos, con frío sereno, no excesivo, soleado, con alguna esporádica nube muy de cuando en cuando, con mínimas coqueteando con la helada y máximas rondando los diez grados, grado arriba, grado abajo. Hoy por ejemplo, por los madriles, 0ºC al amanecer y 11ºC previstos cuando más.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Madeleine Collins" (2021), de Antoine Barraud, y con Virginie Efira (tan hermosísima como siempre), Bruno Salomone, y Quim Gutiérrez. Es el primer largo que veo de los de este director francés.

Una mujer lleva una doble vida con sendas identidades diferentes entre Suiza, donde está con un hombre y su hija, una niña de 5 años, y Francia, donde vive con su marido y dos hijos algo mayores que la niña, justificando sus ausencias por su ajetreado trabajo de intérprete y traductora en diferentes países de Europa, viviendo con cada familia la mitad de cada semana. Poco a poco, este frágil entramado de secretos, mentiras, idas y venidas, que la está abocando a la locura esquizoide, empezará a resquebrajarse y ante la posibilidad de ser descubierta negará la mayor y emprenderá una huida hacia adelante.

Buena película (nota: 6), esta especie de thriller de suspense, cuyo guion lleno de intriga y enigmas, con algunos giros, te va enganchando a pesar de algunos flecos deshilachados un tanto inverosímiles y que no me cuadraron para hacerlo redondo (la cuadratura del círculo, ya se sabe). A través del relato de la doble vida amorosa de su protagonista, cosa insólita, pues esto suele ser más cosa de hombres, pues como dice su director es muy difícil que una mujer esconda su embarazo adúltero sin que nadie se dé cuenta, tendremos que ir encajando las piezas del enrevesado puzle que se nos plantea. Me gustó mucho, amén de la arrobadora Virginie Efira, la escena final, final abierto que aclara el porqué del título de la película.

Ahora un par de citas de sabiduría ajena, el pensamiento de otros que bien podemos integrar en nuestro acervo como propio:

 - "Sabemos que incluso el propio amor tiene doble vertiente: oblativa (amar) y captativa o egocéntrica (sentirse amado), y podríamos añadir una tercera posibilidad, que es el miedo a dejar de ser amado".  (Bernabé Tierno).

 - "Te colme la felicidad o te abrume el sufrimiento, el corazón necesita un segundo corazón. La alegría compartida es doble alegría, y el dolor repartido es medio dolor".  (Christoph August Tiedge).

Besos y abrazos,

Don.

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