Ni
de lejos llego a ser maestro en el arte de manejarme con los matutinos, si
acaso me las apaño lo mejor que puedo y sé con ellos, con aciertos y errores,
dando palos de ciego e incluso haciendo oídos sordos, cosas que espero sepan
disculparme, que las hice con la mejor de las intenciones... esperando no haber
ido con ello empedrando el camino a mi infierno, parafraseando el aforismo.
Pues ya queda menos para que esta pipiola primavera aprendiz de todo, pues hubo
días que remedaron al resto de las tres estaciones, e incluso a ella misma,
ceda el paso a la veraniega madurez. De momento lo hace con una soleada mañana,
que se enmarañará de nubes a la tarde, con 25ºC de máxima prevista por los
madriles.
Ayer
terminé de ver otra serie televisiva de Netflix, "Master of none"
(2015-2017), creada por Aziz Ansari y Alan Yang, dirigida por estos dos y otros
más, e interpretada por Aziz Ansari, Noël Wells, Eric Wareheim, Lena Waithe,
Kelvin Yu, y Alessandra Mastronardi. Consta de dos temporadas, de 10 capítulos
de unos 30 minutos cada una. De un par de los varios directores de los diversos
capítulos había visto algunas de sus películas anteriores: "El círculo" ("The circle", 2017) y "The end of the tour" (2015) de James Ponsoldt, y
"El amigo de mi hermana" ("Your sister's
sister", 2011) de Lynn Shelton.
Un
treintañero hijo de emigrantes indios, nacido y criado en Nueva York, ciudad en
la que vive, trabaja como actor, aunque solo consigue papeles en anuncios y
pequeños secundarios en películas de segunda, en los que debe interpretar con
acento fingido a otros indios, encasillamiento del que ya está harto. Es un
tipo dubitativo, apoyado por un peculiar grupo de amigos, que no tiene muy
claro que rumbo tomarán ni su vida profesional ni la sentimental, plena de
fugaces encuentros amorosos, y algún corto noviazgo, con chicas de la más
diversa condición.
Serie
entre aceptable y buena (notas por temporadas: 5-6),
sin alharacas, que fue de menos a más, mejorando conforme avanzaba, tanto
considerando los capítulos de cada temporada (en general mejor los últimos, y
desconcertantes los primeros de la primera), como cada una de ambas (la segunda
mejor que la primera). Una mirada un tanto extravagante a la normalidad
cotidiana, sobre los diversos temas que interesan al hombre orquesta de la
serie (su cocreador, codirector, coguionista e intérprete principal), tales
como, por ejemplo, la diversidad social, la desigualdad racial, la religión o
la orientación sexual, entre otros, tratados en cada capítulo, cual si de una
tira cómica al estilo Mafalda se tratase. Y sobre todo de las vicisitudes
amorosas de cualquier hijo de vecino. Todo tratado con tintes de amable
comedia, con toques de dulce amargura. Algunos capítulos, y momentos sueltos de
otros, me parecieron muy interesantes. Además, en otros se perciben claros
guiños cinéfilos, especialmente en el capítulo uno de la segunda temporada,
todo un homenaje a esa obra maestra que es "Ladrón de bicicletas"
("Ladri di biciclette", 1948) de Vittorio de Sica.
Ahora
unas citas de sabiduría ajena, con las que espero no tanto llegar a ser
maestros como aprender:
- "Oficial de mucho, maestro de nada". (Refrán).
- "No ha aprendido la enseñanza de la
vida aquel que no supera un temor cada día". (Ralph Waldo Emerson).
- "El aprendizaje debe ser un proceso de
toda la vida, no un proceso que termina cuando uno logra alguna medida de
reconocimiento. Cuando uno cree que sabe todo lo que tiene que saber es
improbable que pueda mostrar de nuevo creatividad significativa". (Robert J. Sternberg).
- "Todavía me quedan muchos errores por
cometer. El desafío no consiste en evitarlos, sino en aprender de ellos y luego
en cometer otros y seguir aprendiendo. No hay porqué avergonzarse de cometer
errores si los reconocemos y nos beneficiamos de ellos". (Esther Dyson).
Besos
y abrazos,
Don.
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