Bueno,
no tanto, que creo ya pasaron de la problemática adolescencia, tras algo más de
veinte años dándome algo de guerra por aquí, por estos lares matutinos donde se
desbravaron algo a lo largo del tiempo transcurrido. Ya todo parece algo más
tranquilo, cosas de la edad, supongo, no sé si de la suya o la mía. Soleada
mañana casi de verano, con 28ºC de máxima prevista, tanto por la cercanía al
veraniego solsticio del próximo fin de semana, como por el mayor calorcito que
vuelve a hacer, así que saldremos a disfrutar de la vida a pesar de eventuales
inclemencias, sean del tipo que sean.
Este
fin de semana terminé de ver otra serie televisiva de Netflix,
"Derry girls" (2018-2019), creada por Lisa McGee, y
con Saoirse-Monica Jackson, Louisa Harland, Nicola Coughlan, Jamie-Lee
O'Donnell, Dylan Llewellyn, Siobhan McSweeney, Tara Lynne O'Neill, Kathy Kiera
Clarke, Tommy Tiernan, Ian McElhinney, y Leah O'Rourke. Consta de dos temporadas,
de 6 capítulos de unos veintipocos minutos cada una, aunque se está preparando
una tercera.
En
Derry (Londonderry para los protestantes), durante los años 90, al final del
conflicto norirlandés, ciudad partida por la mitad, entre barrios católicos y
protestantes separados por un muro, vive junto a su peculiar familia (padre,
madre, tía, prima y abuelo) una joven de 16 años. Asiste cada día a un colegio
de monjas junto a sus tres mejores amigas, una de ellas su prima. Al cuarteto
de deslenguadas y revoltosas adolescentes que no cesa de meterse en problemas
(uno en cada capítulo), se une el primo inglés de otra de ellas, matriculado
excepcionalmente en esa escuela femenina para evitar conflictos, pues si sus
familiares lo hubieran hecho en uno masculino hubiese sido machacado por sus
compañeros debido a su procedencia y acento, siendo el único chico de la
escuela, y de la pandilla de chicas, lo que le hace sentirse cual pez fuera del
agua, por ser hombre e inglés, estudiando en un colegio femenino en zona
católica.
Muy
buena serie (nota: 7), muy, muy divertida, con su punto de
causticidad, basada en las vivencias de su creadora, plena de situaciones entre
lo extravagantemente surrealista y la más absoluta normalidad cotidiana de
cualquier adolescente y de la sociedad norirlandesa de entonces, en la que amén
de hablarnos sobre adolescencia y transición a la madurez, a través de las
traviesas peripecias de su quinteto protagonista (las cuatro chicas y el chico
que no cesa de gritar a los cuatro vientos que no es gay), lo hace soslayada y
entreveradamente de otras cuestiones sociopolíticas, siempre con un enfoque muy
cómico de pasadas situaciones muy trágicas, que ya se sabe, la comedia no es
más que tragedia más tiempo, sabio aforismo con muchos padres.
Ahora
unas pocas y pequeñas citas de sabiduría ajena, como suelo antes de despedirme:
- "No basta con ser joven. Es preciso
estar borracho de juventud. Con todas sus consecuencias". (Alejandro Casona).
- "De mis disparates de juventud, lo que
me da más pena no es el haberlos cometido, sino el no poder volver a
cometerlos". (Pierre Benoît).
- "Feliz aquel que fue joven en su
juventud, feliz aquel que supo madurar a tiempo". (Alexandr S. Pushkin).
Besos
y abrazos,
Don.
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