Bien
avenidos están ambos, máxime cuando vamos llegando al momento de la despedida,
en el que debo tomar la decisión no ya de encontrarme a mí mismo gracias a
ellas, inducidas por las citas ajenas, sino la de salir de ellos hasta mi
regreso, para retomarlos con renovadas ilusiones cuando toque. El verano, ya sí
que sí, parece haber llegado a todo su apogeo desde sus mismos inicios de
calendario, con máxima prevista para hoy por los madriles de unos tórridos
37ºC, con noches que ya empiezan a ser insomnes por los humores que nos hacen
que rezumemos, y no los de reír precisamente.
Ayer
por la tarde estuve en el cine viendo "Matthias & Maxime"
("Matthias et Maxime", 2019), de Xavier Dolan, y con Gabriel
D'Almeida Freitas y el propio Xavier Dolan (también guionista y demás). Octavo
largo de este precoz director canadiense, de quien ya había visto dos de sus
anteriores, "Sólo el fin del mundo" ("Juste la fin du
monde", 2016) y la portentosa "Mommy" (2014).
Un
grupo de jóvenes, recién treintañeros, amigos desde la infancia, se reúnen para
una fiesta en casa de uno de ellos, donde la hermana pequeña del anfitrión
necesita a dos de ellos para que participen como actores en un corto
cinematográfico que debe presentar como proyecto de sus estudios
universitarios. Maxime, que en breve se irá al extranjero a trabajar, se
presenta voluntario, y Matthias, con novia y un buen trabajo, lo hace al perder
una apuesta con el resto, y allí mismo ruedan la escena, consistente en un beso
entre los dos. Tras esto, ambos empezarán a cuestionarse sobre cuales son sus
auténticas preferencias sexuales.
Una
buena película (nota: 6), que me gustó más a partir de su mitad, con
algunos momentos espléndidos y con bellas imágenes, que nos habla de amistad,
de amor, y de encontrarse a uno mismo. Sin embargo no llegó a encandilarme, a
pesar de sus similares maneras, como sí que lo hizo la primera suya que vi,
"Mommy". De hecho, en la hoy glosada, también trata colateralmente de
las difíciles relaciones materno-filiales.
Ahora,
antes de despedirme, como antes dije, unas citas de sabiduría ajena, que tal
vez devengan en máximas que nos guíen:
- "Es muy difícil diferenciar entre la
amistad y el amor. La amistad es mejor porque no hay celos... Pero de verdad no
encuentro la diferencia, la amistad es como el amor, conoces a una persona y de
repente tienes un pasado común. Con los amigos entras en tal estado de comunión
que las palabras ya son inútiles, hay una comunicación no verbal, un
entendimiento muy intenso que dispensa las palabras". (Antonio Lobo Antunes).
- "El encuentro de dos personalidades es
como el contacto entre dos sustancias químicas: si hay alguna reacción, ambas
se transforman". (Carl Gustav
Jung).
- "Si un hombre se encuentra a sí mismo,
posee una casa donde morará con dignidad todos los días de su vida". (James Michener).
Besos
y abrazos,
Don.
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