¡Buenos
días!
No
sé si bromear graciosamente o resoplar airadamente, así que sacaremos nuestro
buen humor a que le dé un poco el aire y disfrutaremos de las chanzas que nos depare
el clima de hoy, dejándonos seducir por él, que parece chisposo, es decir,
quiere chispear algunas gotillas de agua como las de ayer por la tarde... ya
veremos si se anima del todo o queda en amago de cielo forrado de grises nubes
y poco más. Las temperaturas han atemperado bastante, sobre todo las mínimas,
muy lejos de la helada (6ºC), y con máxima prevista por los madriles para hoy
de 11ºC, y subiendo para sucesivos días.
Este
fin de semana pasado estuve viendo (y escuchando) una ópera en un pequeño
auditorio municipal no capitalino. Se trató del clásico "Rigoletto"
de Giuseppe Verdi (música) y Francesco María Piave (libreto), e interpretada
por el elenco de la Camerata Lírica de España (a destacar su maravillosa
soprano Olena Sloia, ucraniana). Es la primera vez en mi vida que veo una ópera
completa, al menos en directo, si acaso trozos en la tele, y hace poco más de
siete años una muy fiel adaptación cinematográfica de otra, "La bohème", con música de Giacomo Puccini y libreto de
Giuseppe Giacosa y Luigi Illica, film dirigido por Robert Dornhelm. Es más, que
ya voy embalado, el mes que viene creo que asistiré a otra en el Teatro Real de
Madrid, el templo operístico de esta ciudad, y que os glosaré convenientemente
cuando toque.
Rigoletto
es el cortesano bufón del duque que gobierna Mantua, un mujeriego que seduce y
abusa de toda mujer que se le antoja, aunque para ello tenga incluso que matar
a sus maridos o padres, tareas en las que le ayuda su jocoso lacayo. Sin que
este lo sepa, la siguiente víctima del noble es su bella e inocente hija, que
es raptada por los secuaces del duque. Rigoletto jura venganza, pero siempre
bajo la espada de Damocles de una maldición que le echó otro noble afrentado
por sus hirientes bufonadas.
Una
buena adaptación (nota: 6), teniendo en cuenta que aunque iba con decorados,
trajes y demás atrezo, e incluso estaba subtitulada en una especie de dosel
sobre el escenario para poder entender la letra de las canciones, la música
corría a cargo de tan solo un pianista, no había orquesta, aunque sí siete
cantantes y coro numeroso, vamos, era una versión reducida para teatros
pequeños y humildes, pero que no desmereció en general. Bueno, un
desmerecimiento particular, el tenor principal, que creo que también era el
director de esta adaptación, que me pareció muy flojito, pues aun sin
desentonar no le daba el fuelle. El resto cuando menos bastante bien. Y sobre
todas las cosas, una excelsa y prístina voz, pura y limpia como el agua de
manantial, que me ponía la carne de gallina y me hacía recorrer un cosquilleo
por la nuca cada vez que cantaba, esencialmente en el aria, la de la soprano
protagonista, de nombre Olena Sloia: ¡chapeau!
Ahora
unas citas de sabiduría ajena que espero os caigan en gracia:
- "Vale más caer en gracia que ser
gracioso". (Refrán).
- "El rico se ríe con el bufón, y el
bufón se ríe del rico, porque hace caso de los que lisonjea". (Francisco de Quevedo).
- "Adular para reinar es la práctica de
los cortesanos de todos los absolutismos y de los bufones de todos los
tiranos". (Henri Frédéric Amiel).
-
"Afortunado el hombre que se ríe de sí mismo, ya que nunca le faltará
motivo de diversión". (Habib Bourguiba).
- "Todo chiste, en el fondo, encubre una
verdad". (Sigmund Freud).
Besos
y abrazos,
Don.
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