¡Buenos días!
Siento que el invierno se ha
suavizado, haciéndose más tolerante con nosotros, como hoy, día gris y de
lloviznas. Por tanto, toda una sinrazón el mortificarse por nada, que ya no hay
tiriteras, ni hay razones para no disfrutar plenamente de todo lo que nos
rodea, maná que la naturaleza nos regala. Así que: carpe diem, nihil obstat.
Ayer por la tarde estuve en
el cine viendo "Timbuktu", de Abderrahmane
Sissako, y con Ibrahim Ahmed, Toulou Kiki, Abel Jafri, y un montón de actores
más, la gran mayoría no profesionales. Esta película mauritana es una de las
cinco candidatas al Óscar a mejor película de habla no inglesa de este año,
galardón que se dirimirá en este mismo mes.
Un grupo armado de
islamistas radicales ha tomado la ciudad de Tombuctú (en Mali) en 2012,
imponiendo a sangre y fuego su fanatismo a una población ya musulmana, gente
sencilla que había convivido hasta entonces con mutua tolerancia. Lo prohíben
prácticamente todo: oír música, fumar, jugar al fútbol, etc. Las mujeres son
foco especial de su acción represiva. Forman improvisados tribunales
sumarísimos en los que dictan absurdas sentencias, pasadas de severidad, por
irrelevantes pecados. Esto parece quedar lejos, como si no les afectara, para
una pareja de tuaregs y su hija, que cuidan de su ganado en las afueras. El
resto de compañeros ya han huido y ellos resisten allí tranquilamente, pero en
una disputa con un pescador, que mató a su vaca preferida, él lo mata
accidentalmente, viéndose obligado a someterse a los dictámenes de uno de estos
tribunales.
Una buena película (nota:
6) este drama, de bonita fotografía, que retrata de un modo
bastante particular la barbarie yihadista, con algunos simbolismos, pero sobre
todo mediante una socarronamente cómica reducción al absurdo (similar a la
matemática), plena de hipócritas contradicciones, de su irracional sobredosis
represiva, mostrada a través de varios relatos. Todo un alegato por la
tolerancia, contra el fundamentalismo, y contra la pena de muerte.
Como ejemplo de estos
divertidos absurdos, dado que los invasores no hablan la lengua autóctona, se
hacen entender, muy malamente, por sucesivas traducciones, del francés o inglés
al árabe, y de éste a la lengua local, y viceversa, con lo que se pierde
información en el transcurso del tránsito (toda la que queda "lost in
translation"), como en ese juego de sentarse varios en corro y uno susurra
una frase larga al oído del de al lado para que no la oiga el resto, y así
sucesivamente hasta que vuelve al origen, frase que ya casi nada tiene que ver
con la original.
Ahora algo de sabiduría
ajena para tratar de darle un cierto sentido a la sinrazón que pudiera
atenazarnos, para tratar de encauzarla lo más lejos posible de la crueldad,
comenzando por una cita del propio director de este film:
- "Una religión que no tolera a otra
religión no es una verdadera religión, y un creyente que no tolera las
creencias de otro creyente, no es un creyente". (Abderrahmane Sissako).
- "El fanatismo es a la religión lo que
la hipocresía es a la virtud".
(Charles Palissot de Montenoy).
- "Hay maridos tan injustos que exigen de
sus mujeres una fidelidad que ellos mismos violan. Se parecen a los generales
que huyen del enemigo, quienes, sin embargo, quieren que sus soldados sostengan
el puesto con arrojo". (Plutarco).
- "La tolerancia significa enterarse cada
cual de que tiene frente a sí a alguien que es un hermano suyo, quien, con el
mismo derecho que él, opina lo contrario, concibe de contraria manera la
felicidad pública". (Antonio
Maura).
- "Tratar de mejorarse a sí mismo es una
empresa que suele dar mejor resultado que tratar de mejorar a los
demás". (Noel Clarasó).
- "Aunque tu enemigo sea el ser más ruin,
mezquino y miserable de la tierra, ¿serías tú acaso mejor por eso? Deja a tu
enemigo que sea como fuere y procura mejorarte tú, pues no has venido a perfeccionar
a tu enemigo, sino a ti mismo"
(Amado Nervo).
Besos y abrazos,
Don.
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