¡Buenos días!
Como la que nos insufla este
tibio sol invernal (máxima prevista para hoy de 10ºC) cada vez que aparece
desde las catacumbas de la noche, siempre a su hora, ni antes ni después, y que
nos regala unas enormes ganas de vivirla, sin ni siquiera esperar a la primavera.
Carpe diem, nihil obstat.
Ayer por la tarde estuve en
el cine viendo una de animación por ordenador. Se trató de "El
libro de la vida" ("The book of life"), de Jorge R.
Gutiérrez. Es el primer largo de este director.
Un grupo de revoltosos
escolares visitan un museo sobre cultura mexicana, donde una guía les habla
sobre "El libro de la vida", en el que se relatan las vidas de todo la
gente que existe y existió, como la de dos amigos desde la infancia que se disputan
el amor de su amiga. Las deidades de los dos mundos de los muertos, el de los
recordados y el de los olvidados, se apuestan el intercambiarse sus reinos en
función de quien de los dos chicos conseguirá casarse con la chica. Uno de
ellos, que se debate entre seguir la tradición familiar de ser torero o
dedicarse a lo que le gusta, la música, se verá obligado a emprender la
aventura de recorrer los tres mundos (el de los vivos y los dos de los muertos)
para conseguir el amor de su amada.
Una muy buena película (nota:
7), que si bien al principio me costó conectar con ella, al final
terminó por encandilarme por esa luminosa exaltación de la vida, de la amistad,
del amor... y de la muerte. También nos habla de mantener las tradiciones o de
cambiar algunas enmohecidas usanzas. Un film que no se caracteriza por una
deslumbrante técnica de animación (cosas del poco presupuesto, imagino), pero
cuya historia, algo diferente, plena de acción y emoción y ribeteada por un
deslumbrante festival colorista y cuajada de referencias a la cultura popular
mexicana, muy especialmente a su alegre y festiva celebración del día de los
difuntos, sí que me cautivó. Es como una película de Tim Burton (de las suyas
de animación con lúgubre estética gótica) pero muchísimo más luminosa y
colorista, recordándome especialmente a "La novia cadáver" ("Tim Burton's corpse
bride", 2005), por su historia de amor a través de la muerte; y que también
toca de refilón a los shakespearianos "Romeo y Julieta".
Ahora algo de sabiduría
ajena, citas de hoy en las que la mayoría son de marcado carácter epicúreo,
filosóficamente hablando, que la sensual voluptuosidad ya resucitará en su
momento, quizá en el cercano equinoccio por llegar:
- "La juventud no debe sólo asimilar los
frutos de la cultura de sus padres, sino que debe elevar la cultura a nuevas
cimas, a las que no llegan las gentes de las anteriores generaciones". (Konstantin Stanislavski).
- "El necio, entre otros males, posee
éste: siempre trata de comprar su vida".
(Epicuro de Samos).
- "La muerte sólo tiene importancia en la
medida en que nos hace pensar en la vida".
(André Malraux).
- "La muerte es una quimera: porque
mientras yo existo, no existe la muerte; y cuando existe la muerte, ya no
existo yo". (Epicuro de Samos).
- "Acostúmbrate a pensar que la muerte
para nosotros no es nada, porque todo el bien y todo el mal residen en las
sensaciones, y precisamente la muerte consiste en estar privado de sensación.
Por tanto, la recta convicción de que la muerte no es nada para nosotros nos
hace agradable la mortalidad de la vida; no porque le añada un tiempo
indefinido, sino porque nos priva de un afán desmesurado de inmortalidad". (Epicuro de Samos).
- "¿Dioses? Tal vez los haya. Ni lo
afirmo ni lo niego, porque no lo sé ni tengo medios para saberlo. Pero sé,
porque esto me lo enseña diariamente la vida, que si existen ni se ocupan ni se
preocupan de nosotros". (Epicuro de
Samos).
Besos y abrazos,
Don.
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