martes, 26 de noviembre de 2013

Matutino suburbano y metropolitano

¡Buenos días!

No me voy a andar por las ramas, ni bajo tierra por enfangados túneles y arrabales, voy a ir al meollo, al esencial interior de estos altruistas matutinos, tratando de comprender el porqué me ayudan tanto ... a buscarme mi propia ayuda. Ya estoy de vuelta, y el clima de estos fríos días de otoño soleado sigue tratando de encontrar el modo de salir de tal estado y regresar al plácido e idílico de finas lluvias ocasionales y agradables temperaturas que permitan disfrutar de algo más de bienestar, si cabe, a este metropolitano que suscribe y os escribe, junto a la niña de sus ojos que son estos matutinos.

Ayer por la tarde estuve en el cine viendo una coproducción anglofilipina (de director inglés e intérpretes nativos), "Metro Manila", de Sean Ellis, y con Jake Macapagal, John Arcilla, y Althea Vega. Es el tercer largo de este director, tras "The broken" (2008) y la fascinante "Cashback" (2006).

Una humilde familia filipina de campesinos, joven matrimonio y dos niñas pequeñas, tratando de encontrar una vida mejor, dejan los ruinosos campos de arroz en los que malviven para trasladarse a la abigarrada ciudad de Manila. Tras haber sido expoliados varias veces en el tránsito y verse sin absolutamente nada, él cree una gran suerte el haber conseguido un trabajo como conductor de furgonetas blindadas, que transportan y custodian dinero y demás objetos de gran valor, para una compañía de seguridad privada. Se trata de un trabajo arriesgadísimo, mal pagado, y con una altísima probabilidad de ser asesinado en esa violenta y corrupta metrópoli. Mientras, su mujer ha encontrado trabajo como camarera en un bar de alterne (y todo lo que sigue), siendo también explotada (sexualmente en este caso).

Una estupenda película, una preciosa y poética historia que me cautivó, de maravillosas fotografía y banda sonora, que comienza como un drama de supervivencia de unos miserables en los arrabales de la capital de un país que está en los suburbios del mundo, donde la violencia y la corrupción campan a sus anchas, y que deviene hacia el final en un apasionante y sorprendente thriller de policías y ladrones, rematado con un inteligente acto de poética y entregada generosidad. También puede verse como una especie de cuento moral que destila que la divina providencia no ayuda a salir de la pobreza si uno mismo no se pone a ello, incluso infringiendo algo la ley, con inteligencia, empujado por la necesidad, y siempre con algo de suerte y ayuda.

Dos curiosidades, Metro Manila es como se conoce a la capital de Filipinas en su propio país. Y el tagalo, nada chabacano, en que está hablado el film, me chocó por la gran cantidad de palabras castellanas (e inglesas) que contenía. Es un idioma, como todos, sincrético, como los mismos chabacano (castellano con incrustaciones de tagalo y otros idiomas que se hablaba en Filipinas durante el dominio español) y castellano (idioma chabacano del latín, como tantos otros, con incrustaciones del árabe, francés, inglés, etc.).

Ahora algo de sabiduría ajena, que seguro nos ayuda a salir de debajo de algún agujero que otro:

- "No te inclines ante la adversidad; más bien oponte audazmente a ella, tanto cuanto tu suerte te lo permita".  (Virgilio).

- "Si buscas una mano dispuesta a ayudarte, la encontrarás al final de tu brazo".  (Anónimo).

- "Tenemos que aprovechar cuando la suerte está de nuestro lado y hacer todo lo posible por ayudarla, de la misma manera que ella nos está ayudando".  (Paulo Coelho).

- "No creo, en el sentido filosófico del término, en la libertad del hombre. Cada uno obra no sólo por una coacción exterior, sino también por una necesidad interior".  (Albert Einstein).

- "La pobreza es un gran enemigo de la felicidad humana. Destruye la libertad y hace impracticables algunas virtudes y sumamente difíciles otras".  (Samuel Johnson).

- "La ley es poderosa, pero más poderosa es la necesidad".  (Goethe).

- "Por nuestra codicia lo mucho es poco; por nuestra necesidad lo poco es mucho".  (Francisco de Quevedo).

 - "Sueña el rico en su riqueza
que más cuidados le ofrece,
sueña el pobre que padece
su miseria y su pobreza;
sueña el que a medrar empieza,
sueña el que afana y pretende,
sueña el que agravia y ofende,
y en el mundo, en conclusión,
todos sueñan lo que son,
aunque ninguno lo entiende".  (Calderón de la Barca).

Besos y abrazos,

Don.
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