lunes, 23 de septiembre de 2013

Matutino desinteresado

¡Buenos días!

En el buen sentido del término, que ellos son siempre extremadamente generosos y altruistas conmigo, dándome buena parte de todo lo que necesito para mi buen estado de ánimo, y que siempre me muestran el máximo interés en que así sea, sin contraprestación material alguna. Cuando hace pocas horas, desde las 22:44 de ayer domingo día 22, que hemos pasado por el equinoccio otoñal parece que el finiquitado verano que se nos fue astronómicamente se nos ha hecho fuerte en lo meteorológico, con máximas previstas para hoy en "los madriles" de 32ºC.

Este fin de semana estuve en el cine viendo "Thérèse D." ("Thérèse Desqueyroux"), de Claude Miller, y con Audrey Tautou, Gilles Lellouche, y Anaïs Demoustier. Es el primer largo que veo de este veterano director, fallecido en 2012, al poco de haber rodado este film, que está basado en la novela homónima de François Mauriac, publicada en 1927.

Durante la década de los 20, una joven de ideas vanguardistas y que no respeta las convenciones de la alta burguesía provinciana del suroeste de Francia se casa con el hermano de su íntima amiga en un matrimonio concertado por sus familias para unir y aumentar propiedades. Taciturna, fría, cerebral e insensible a los placeres carnales (mal proporcionados por su tosco marido), aspira a una vida más libre en una gran ciudad sin las ataduras provincianas, y mora en su jaula de oro, insatisfecha y aburrida en su castillo interior, con la rutina que las convenciones sociales de su casta le marcan. En un arrebato inexplicable, intenta envenenar a su esposo, que la libra de la justicia a cambio de marginarla socialmente en aras del qué dirán.

Demoledor y opresivo relato del tormento interior de esta mujer, que no sabe muy bien el porqué hizo lo que hizo a un marido más preocupado por el buen nombre familiar y las comunes propiedades que por ella. Tal vez por un ansia de libertad que la libre de las opresivas cadenas de las convenciones sociales. También se critica la hipocresía social y familiar que la ahoga. Una muy buena película, correcta y clásica, que encierra una potente y absorbente historia que seguro es mucho más densa y compleja en la novela original.

Ahora, con el máximo interés en que os sea de provecho, ahí os dejo de un modo desprendido unas cuantas citas de sabiduría ajena, algunas del novelista glosado hoy:

- "¿Quién es libre? El sabio que puede dominar sus pasiones, que no teme a la necesidad, a la muerte ni a las cadenas, que refrena firmemente sus apetitos y desprecia los honores del mundo, que confía exclusivamente en sí mismo y que ha redondeado y pulido las aristas de su carácter".  (Horacio).

- "Las diminutas cadenas de los hábitos son generalmente demasiado delgadas para sentirlas, hasta que llegan a ser demasiado fuertes para romperlas".  (Samuel Johnson).

- "Nadie puede amar sus cadenas, aunque sean de oro puro".  (John Heywood).

- "Los hombres olvidan con mayor rapidez la muerte de su padre que la pérdida de su patrimonio".  (Nicolás Maquiavelo).

- "Lo que consideramos como justicia es con mucha frecuencia una injusticia cometida en favor nuestro".  (Anthony Réveillère).

- "Nada es verdaderamente grave para los seres incapaces de amar".  (François Mauriac).

- "La muerte no nos roba a los seres amados. Al contrario, nos los guarda y nos los inmortaliza en el recuerdo. La vida sí que nos los roba muchas veces y definitivamente".  (François Mauriac).

- "No nos hemos de dejar engañar por las malas acciones de la gente buena. Se puede ser bueno, misericordioso, desinteresado, y ser, también, capaz de una mala acción".  (François Mauriac).

- "Das poco cuando das tus posesiones. Es cuando das de ti mismo cuando realmente das".  (Khalil Gibran).

Besos y abrazos,

Don.
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